En la región se cree que los animales mutaron debido a la contaminación en la zona. Sin embargo, hay quien no cree estas teorías.
31/1/2018 | Redacción JyS
Según publica el diario británico The Sun, el pescador Alexey Volkov, de 25 años, consiguió sacar del agua dos extraños peces con cuernos. Ocurrió en el río Irtysh, en la región de Siberia. El pescador, que afirmó estar anonadado por el curioso descubrimiento piensa que los animales podrían haber mutado por la contaminación que hay en el agua de este lugar.
Además, Volkov tiene la teoría de que los cuernos podrían haberse formado como resultado de los vertidos de combustible procedentes de los desechos de los cohetes lanzados en la vecina región de Baikonur, en Kazajistán.
Según explica el propio pescador, el pez más grande, que pesó 14 kilos, tenía dos cuernos y el más pequeño -de 7 kg- tenía cuatro. «Tenían cuernos que se curvaban hacia la parte de la cola. Inmediatamente se los comenzó a conocer como ‘dragones’», explica Volkov.
Lo cierto es que estos peces podrían ser lucios, muy comunes en el río Irtysh, pero con la característica que les habría imprimido la contaminación radioactiva a la que tanto teme la población local. De hecho, los amigos de Volkov le advirtieron de que no se comiese los peces, aunque terminó haciendo caso omiso sin consecuencias aparentes.
Por otra parte, Volkov conserva las cabezas disecadas de los peces en su garaje, tal y como él mismo afirma.
Por último, el científico Arkady Balushkin, que trabaja para la Academia Rusa de Ciencias Zoológicas, no cree que la polución sea el desencadenante de este fenómeno. «Cualquier cambio que se produce bajo la influencia de sustancias químicas o radiación no conllevan nuevas formaciones como estas», explica a The Sun. «Un lucio sigue siendo un lucio. Puede desarrollar tumores o edemas, y estas son enfermedades típicas en esta especie. Pero no tienen cuernos», finaliza.
