Las vacaciones de verano son una época extraordinaria para hacer determinadas cosas que vamos aplazando en nuestro día a día. Este año, además, el coronavirus ha trastocado los planes de la mayoría de nosotros, y disponemos de más tiempo para dedicar a nuestros seres queridos, entre los que se encuentran nuestros perros.

Por este motivo, hoy queremos mostrarte cinco ejercicios que puedes trabajar con tu perro de caza durante este extraño verano. Son órdenes básicas que siempre viene bien trabajar para que llegue a la media veda y a la general con la lección aprendida.

1-. Respetar la muestra

Con tu perro asido por una correa, sigue de cerca a otro con el que estés cazando. Cuando éste realice la muestra, detente e impide que el tuyo se mueva, ordenando el ‘quieto’ y corrigiendo con la correa cada vez que intente acercarse. De esta manera conseguirás que muestre a la parada de su compañero y comprenda que la primera muestra implica la presencia de la pieza. Repite este ejercicio hasta la saciedad, ya que el éxito de tus jornadas dependerá mucho de que tu compañero domine esta habilidad.

2-. «¡Quieto!»

Es la orden para que no se mueva del puesto y ahuyente a los bandos. Resulta especialmente útil cuando se suceden lances o disparos. Lo primero es hacerle entender qué significa el comando: nos pondremos frente a él y repetimos la orden, corrigiendo de manera inmediata cualquier intento de moverse. El siguiente paso es repetir con paciencia la corrección ante estímulos fuertes para él, es decir, ante estímulos que normalmente le harían acudir o moverse.

3-. La llamada al perro de caza

Es la orden definitiva para que entregue la pieza cobrada. La entrenaremos con ayuda de la correa extensible y de premios, corrigiendo con la primera sus intentos de no acudir a nosotros cuando se lo ordenemos y premiando con los segundos cuando lo haga de forma correcta.

4-. Tumbado a distancia

Es una orden imprescindible cuando le hemos ordenado cobrar y, en ese instante, asoma por el horizonte un bando de tórtolas. Para enseñársela, una vez haya asimilado el ‘tumbado’ nos alejaremos unos metros mientras repetimos la orden. Si intenta llegar hasta nosotros para echar cuerpo a tierra le corregiremos al instante; en los casos más complicados, con ejemplares muy testarudos, incluso nos plantearemos atarle.

5-. Búsqueda guiada

Indícale con ayuda de tus brazos dónde debe buscar y asístele desde la distancia cuando lo necesite; por su parte, tu perro sabe que debe seguir la dirección que le indicas. Es tan simple como mandarle buscar a izquierda o derecha, pero a la vez muy complicado, puesto que debemos captar su atención cuando busca a la pieza. Intenta practicar en una zona no demasiado amplia con juguetes y premiándole cuando obedezca las ordenes. ν

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