El pasado jueves se declaró un incendio en la localidad conquense de El Picazo. Una veintena de cazadores de la sociedad del pueblo dio la voz de alarma y ayudó a los bomberos a extinguir las llamas.
6/7/2019 | Redacción JyS

Varios cazadores refrescan la zona del incendio para evitar que vuelvan las llamas.

El pasado jueves 4 de julio se declaró un incendio en los montes de El Picazo (Cuenca). El fuego se originó poco antes de las 17.00 horas de la tarde y se propagó rápidamente. Nada más ver el humo, una veintena de miembros de la sociedad de cazadores del pueblo cogieron el vehículo que tienen para realizar las labores de vigilancia y aporte de agua y alimento en el coto y se dirigieron hacia allí. Tal y como el presidente del coto de caza del municipio, Miguel Huerta –de 25 años de edad-, ha señalado a Jara y Sedal, «subimos al lugar, pero ya no se podía controlar con la cuba de agua que tenemos los cazadores, por lo que inmediatamente llamamos al Servicio de Emergencias y a los efectivos de Medio Ambiente».
En principio, las autoridades no querían dejarlos pasar a la zona del incendio, pero finalmente accedieron para que pudiesen ayudar a sofocar las llamas. «Cuando se nos acabó el agua, metimos un motor en un canal y con eso íbamos apagando lo que teníamos a mano», recuerda Miguel. «No tenemos grandes medios, solamente la gente que se ofreció para ayudarnos, y con lo que teníamos intentamos salvar la zona», sigue relatando Huerta.
Aún no se sabe el número exacto de hectáreas que el incendio ha afectado, pero sí se conoce que tras calcinar parte del coto social de El Picazo, las llamas saltaron también al de la localidad cercana de Paredes y el de otro coto llamado La Barga.
El resultado ha sido dramático. Huerta cuenta que vieron conejos calcinados e incluso un pollo de águila herido que no pudieron atrapar para curarlo, pero las consecuencias podrían haber sido mucho peores de no haber contado con la alerta y la ayuda de los cazadores. «Los que más miramos por la naturaleza somos los cazadores, sin duda», concluye el joven presidente del coto.
cazadores incendio
Momento en el que los cazadores sacan agua con la bomba del canal. / M.H.

La labor de los cazadores tras los incendios

Los cazadores son también los únicos que están haciendo algo para garantizar el sustento de la fauna salvaje tras el devastador incendio que ha asolado unas 2.700 hectáreas en las cercanías de la localidad toledana de Almorox. Jara y Sedal habló el pasado martes con Carlos Silván, un joven cazador de 19 años de edad que reside en este municipio, que comentó cómo están llevando agua y comida para evitar que los animales silvestres que han sobrevivido a las llamas mueran de inanición.

Los cazadores, los que más gastan en conservación

Lo demuestra un estudio elaborado por Deloitte para la Fundación Artemisan: los cazadores son el colectivo que más dinero gasta en conservación en España. Aunque el dato más impactante del estudio es que la caza genera 6.475 millones de euros en España y emplea a 187.000 personas –más incluso que el sector de la automoción– el estudio también afirma que el de los cazadores es el colectivo que más dinero invierte en conservación en España, después de las administraciones públicas. Concretamente 287 millones de euros anualmente, de los cuales se beneficia toda la biodiversidad.
El análisis realizado por Deloitte descubre que el 36% de los titulares de cotos y el 46% de los organizadores profesionales de caza que gestionan terrenos cinegéticos en España invierten recursos económicos en el mantenimiento de sus cotos. En total, destinan 233 millones de euros a repoblaciones y otras inversiones de conservación medioambiental y 54 millones de euros al mantenimiento y adecuación de accesos, pantanos, podas, mejora del monte y cortafuegos. Puede acceder al estudio completo en este enlace.