Para todos aquellos vinculados con el mundo de la caza era evidente que esta práctica comporta unos costes elevados para los cazadores/cuadrillas; a pesar de ello, hasta ahora no disponíamos de unos datos concretos. Un reciente estudio de la Federación Catalana de Caza revela los siguientes datos significativos.
13/10/2016 | FCC
Gracias al estudio elaborado por la Federación de Caza de Barcelona y coordinado por Santi Ferrón, su técnico cinegético, esta suposición se ha convertido en una realidad contrastable al poner encima de la mesa unos datos fidedignos específicos y que contemplan todos los gastos y variables aplicables a la caza del jabalí en la modalidad de batida en Cataluña.
La propuesta inicial de este estudio nació por la preocupación de algunas cuadrillas del jabalí de Osona por el gasto económico y veterinario que supone mantener a los perros del jabalí. Después de valorarlo, la Federación Catalana de Caza en Barcelona decidió hacer un estudio mucho más amplio acerca del esfuerzo económico y social que asume el colectivo en la caza del jabalí. El objetivo final de este estudio era disponer de unos datos contrastados de estos gastos para valorar el trabajo y el esfuerzo realizado por los cazadores de Cataluña y los costes significativos que año tras año tienen que asumir. Este hecho contrasta con el escaso o nulo apoyo recibido al llevar a cabo esta necesaria tarea de control cinegético, que hasta hace unos años se podía considerar una actividad lúdico-deportiva, ética y sostenible que favorecía el control poblacional de la especie y a la vez contribuía a evitar los daños en la agricultura y la siniestralidad en las carreteras, pero que en la actualidad, a causa de la sobrepoblación de estos animales y la continua demanda y presión por parte de la Administración y los agricultores para eliminarlos, se ha convertido en una obligación que conlleva un importante coste económico, que en estos momentos asumen íntegramente las cuadrillas de jabalí.
En este estudio se han valorado detalladamente el conjunto de costes económicos derivados de la modalidad de caza de batida, analizando por un lado los gastos que repercuten directamente sobre los cazadores y por otro lado, el dinero que aporta la caza a otros colectivos que se ven favorecidos por la actividad cinegética en general
Del estudio se extraen unas cifras finales tan significativas como los 46 millones de euros derivados de la captura de 34.789 jabalíes –según datos estadísticos recogidos en la memoria cinegética de Cataluña en la temporada 2014-15-, a las cuales habría que añadir los datos estadísticos de capturas del 25% de las áreas privadas y áreas locales de caza, zonas de caza controlada y reservas nacionales de caza –capturas no recogidas en este estudio- que supondrían un aumento de unos 12.500 jabalíes abatidos más, situando en 48.043 el número total de ejemplares cazados en Cataluña en el periodo mencionado, generando un impacto económico final de 63.677.663 millones de euros.
Hay que destacar que estos costes no disminuyen, al contrario, aumentan cada temporada a causa del incremento descontrolado del número de jabalíes, que cada vez encuentran más facilidades para su reproducción, y la necesidad de realizar más batidas para dar respuesta al elevado número de peticiones de los agricultores y la Administración, con el objetivo de paliar los daños provocados en los campos, la seguridad pública y la sanidad.
Esta valoración económica se ha basado en el estudio de la actividad de 56 cuadrillas del jabalí de Barcelona, concretamente de las zonas de Montnegre – El Corredor, Serralada Litoral, Alt Berguedà, Guilleries-Collsacabra, Montseny y Moianès Bages; estandarizando un modelo de cuadrilla del jabalí en la cual, en cada batida, participan de media 24 cazadores en el puesto, 3 jaurías con tres perreros y 23 perros, unos datos medios por cuadrilla extrapolables a otras zonas y cuadrillas del jabalí de Cataluña. Además de los datos extraídos de la información de las cuadrillas, hay que mencionar la incorporación de datos externos como la memoria anual de la actividad cinegética en Cataluña, elaborada por la propia Generalitat de Cataluña.
Las cuadrillas asumen de media un coste de 135.193€ anuales por la caza del jabalí.
Fruto de este detallado y esclarecedor estudio se desprenden datos tan abrumadores como los 1.325€ de coste por cada ejemplar abatido, y de aquí se extrapolan unos gastos anuales para el conjunto de los integrantes de una cuadrilla de 135.193€ -contando una media de capturas por temporada de 102 jabalíes por cuadrilla, en cifras de 2014-15, ahora superiores-.
También hay que destacar el cómputo global de los costes económicos anuales asumidos de manera directa por cada cazador de jabalíes que superan los 3.000€, eso sin contar otros tipos de “costes” como el tiempo invertido en la cacería, que tal y como manifiestan los responsables del estudio cada vez es más una obligación en vez de la práctica de una afición. Sorprende también, por lo elevado de su cuantía, los costes derivados de la creación de la primera jauría, que se sitúan por encima de los 47.000€ -aquí se incluyen los costes de los perros, inscripción en el núcleo zoológico, construcción de la perrera y equipamientos, remolque de transporte, localizadores y collares- o los casi 14.000€ anuales dedicados al mantenimiento de la jauría.
El pasado 16 de septiembre la sede de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya fue el escenario de la primera presentación de este estudio que contó con la participación, entre otros, de los presidentes de la Federación Catalana de Caza y la R. T. de Barcelona, Sergio Sánchez y Joaquim Zarzoso respectivamente, además de presidentes de diferentes sociedades colaboradoras con el estudio, altos mandos del cuerpo de Agentes Rurales de Cataluña y representantes de la Administración con la Directora General de Forest, la señora Montserrat Barniol, al frente y los directores de los Servicios Territoriales de Barcelona, Cataluña Central y Girona y personal técnico.
En el transcurso de esta presentación y expuestos estos datos tan significativos, los responsables de impulsar y redactar este estudio solicitaron a la Administración más implicación y un necesario e innegable apoyo económico y logístico para poder continuar colaborando de manera efectiva en el control de esta plaga, ya que en estos momentos la situación se está volviendo insostenible, tal y como manifestó Joaquim Zarzoso, presidente de la R. T. de la FCC en Barcelona. También pidió colaboración para poder hacer pedagogía entre la sociedad en general y los niños en particular, sobre la verdadera función y figura de los cazadores, y finalmente, pidió el apoyo de los Agentes Rurales, entre otros aspectos, para hacer respetar las zonas de batida con el objetivo de evitar riesgos innecesarios, o un mayor control con especies como el cerdo vietnamita. Zarzoso, añadió que a parte de los costes económicos que soporta el colectivo presentados en este estudio, también estaban asumiendo otros gastos como los derivados de realizar estudios sobre la triquina en el jabalí en la provincia de Barcelona y Girona, estudio realizado conjuntamente con el Servicio de Ecopatologia de fauna salvaje (Sefas), hecho que demuestra la gran preocupación y compromiso de los cazadores federados en la vigilancia activa y pasiva de las especies cinegéticas.
Por otro lado, Montserrat Barniol, Directora General de Forest, felicitó a los responsables del estudio por el valioso trabajo realizado y dio la razón al colectivo de cazadores en sus demandas de un mayor apoyo de la Administración en el control cinegético del jabalí, manifestando que hace falta encontrar entre todos, soluciones viables y sostenibles para todas las partes.
De hecho, la Directora General de Forest anunció en la Feria del Cazador de Tàrrega del pasado 25 de septiembre, la redacción inminente de un plan interdepartamental con la colaboración de cazadores y agricultores, para reducir la sobrepoblación de algunas especies como el jabalí, el conejo o el corzo. Barniol reconoció que el ecosistema se ha desequilibrado y esta situación sólo puede paliarse mediante una actuación conjunta de la Administración, los agricultores y los cazadores. El plan incluirá aportaciones no sólo de Agricultura, sino también de Interior, por la afectación que estos animales tienen en las vías públicas, y de Sanidad, por las enfermedades que pueden comportar. También incluirá una valoración económica de los daños causados en la agricultura.
El Presidente de la Federación Catalana de Caza, Sergio Sanchez, felicitó a los responsables del estudio y a la R. T. de Barcelona por su iniciativa y su magnífico trabajo. Subrayó que la caza del jabalí solía ser una actividad para el tiempo libre pero a medida que el problema se extiende, los cazadores están asumiendo económicamente la prevención de los daños en los cultivos (tarea de apoyo en propiedades privadas) y la prevención de los accidentes de tráfico con especies cinegéticas (tarea de apoyo de carácter público). Lamentó que estas tareas son poco reconocidas por los afectados y demasiadas veces atacadas por colectivos animalistas que desconocen el abasto de los problemas de animales como el jabalí, no solamente a nivel de daños sino también de seguridad vial y alimentaria con riesgo de contagio de enfermedades a animales de granja destinados al consumo humano como la triquina, a la cual el colectivo cazador está haciendo frente en solitario desde hace muchos años.
Como no podía ser de otra forma, la mejor manera de dignificar la caza es aprovechar este recurso de alto valor culinario promocionando su consumo y al finalizar la jornada se pudo degustar una cata de embutidos y cocina dónde los ingredientes principales fueron el ciervo, el corzo y el jabalí.
Resumen de las principales conclusiones del estudio
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