Desde el Concello gallego de Villagarcía han tenido que aclarar que los ponis del carrusel de las fiestas de San Roque ¡son de juguete! 
30/8/2018 | Redacción JyS

ponis de madera
Animalistas denuncian el maltrato a ponis ¡de madera! / eldeforma.com

No, no es una broma. Según ha informado ABC, las asociaciones Libera y Fundación Franz Weber han denunciado el «maltrato» por el uso en un tiovivo de feria de unos ponis… ¡de madera! 
Según relata el citado medio los animalistas habrían realizado una campaña de presión a través de la recogida de 157.000 firmas para elaborar un marco regulador que prohíba «prácticas de maltrato», y como ejemplo han hecho alusión a los carruseles y tiovivos de ponis de los municipios gallegos. 
Sin embargo, el animalismo ha llegado tan lejos que ahora han confundido a los citados ponis con unos de madera y desde el Concello de Villagarcía han tenido que aclarar que los ponis del carrusel de las fiestas de San Roque no eran animales vivos y reales, sino de juguete. 

No es la primera vez que los animalistas meten la pata  

Como apuntamos al inicio de esta noticia, no se trata de una broma. Así como tampoco es la primera vez que las asociaciones animalistas quedan en ridículo demostrando su desconocimiento sobre la fauna. En enero de 2018 Pacma confundía un coyote con un lobo ibérico al ilustrar con una imagen del primero una campaña donde relataban que «el lobo está siendo masacrado». En 2016 el mismo partido publicaba la imagen de un carnero de las rocosas (Ovis canadensis) confundiéndolo con una de nuestras especies más emblemáticas: la cabra montés (Capra pyrenaica). El tema corrió como la pólvora tanto en Twitter como en Facebook, especialmente entre los cazadores, que no tardaron en convertir en viral este detalle de ignorancia de la organización animalista.
Pero hay más. En agosto de 2014, con motivo del inicio de la temporada de media veda, comentaron a través de las redes sociales que comenzaba este periodo cinegético de «codornices y tórtolas» ilustrándolo con una perdiz roja. En aquella ocasión al menos sí eligieron un animal presente en la Península Ibérica, al contrario que en sus mensajes sobre la cabra montés y el lobo ibérico.