La Asociación Nacional del Arma –ANARMA– ha emitido un comunicado a través de sus redes sociales en el que denuncia «un nuevo ataque de la administración contra los legítimos usuarios de armas» ya que «se está preparando una nueva prohibición de calibres», entre ellos, el .30-06 Springfield.
«Desde hace un tiempo es un clamor entre los legítimos usuarios de armas la necesidad de descatalogar como calibres militares y por tanto prohibidos a civiles el .223 Remington ó 5,56×45 mm, además de levantar la prohibición para uso semiautomático del .308 Win ó 7,62×51 mm y del 7,62×39 mm», comienzan explicando en el comunicado desde la asociación.
Según ha podido saber Jara y Sedal, esta decisión estaría siendo impulsada a través de una orden ministerial que el Gobierno ha dictado para restringir los calibres de uso civil, una medida que han llevado a cabo «a espaldas del sector, sin hablar con ningún representante de cazadores o tiradores», según reconoce una fuente conocedora de la orden en declaraciones a este medio.
ANARMA recuerda en su comunicado que «ningún reglamento ni prohibición detiene a los criminales empeñados en cometer un delito. Entre otras cosas, porque sus vías de aprovisionamiento de armas y municiones nada tienen que ver con las de los ciudadanos respetuosos de la ley» como así se ha reflejado en varios informes policiales, por ejemplo, el Serious and Organised Crime Threat Assessment (SOCTA) del 2011.
Calibres militares que, según ANARMA, podrían ser prohibidos a civiles
7,62x54R
.30-06 Springfield
.458 SOCOM
5.45×39 mm SOVIET
5.7×28 mm FN
4.6 x 30 mm
5.8×21 mm Chinese
5.8×42 mm Chinese
«El tema resulta preocupante y abre una herida que llevaba casi 30 años cerrada»
«Parece ser que por el mismo principio que se prohíbe el 7,62x54R, el .30-06 Springfield está en el punto de mira. De esta manera se reduciría drásticamente el número de armas largas rayadas en manos de civiles, ya que el .30-06 Springfield es el cartucho de mayor venta en nuestro país», denuncian desde ANARMA. «El tema resulta preocupante y abre una herida que llevaba casi 30 años cerrada, ya que recordemos que la prohibición inicial data de 1993. Realizada a través de la orden ministerial OM 81/1993.
A la vista del listado, desde ANARMA creen que detrás de éste se esconde «una estrategia de distracción que nosotros denominamos Jack Reacher. Al igual que en la película, se atacan un montón de objetivos con el fin de esconder los motivos del que verdaderamente interesa. En este caso, el 7,62x54R, el cartucho que dispara el Mossin-Nagant, el SVT-40, el Dragunov y el Izhmash Tiger», explican.
Estos tres últimos rifles semiautomáticos, que siempre han estado en el punto de mira del ICAE, como con el nuevo reglamento no los puede prohibir, ya que nunca han sido FUL-AUTO, pretenden prohibir el calibre. «Posiblemente se desestimen algunos otros de los propuestos y así se da la apariencia de un proceso con cierta formalidad. En definitiva, otra tomadura de pelo a los legítimos usuarios de armas y un ataque a la propiedad privada y nuestras libertades», siguen criticando.
Por ello, desde ANARMA van a solicitar de inmediato una reunión con la DGAM y a planificar una serie de acciones cívicas que irán comunicando.