Científicos de la Universidad de Georgia han estudiado al detalle el cervatillo bicéfalo que un buscador de hongos halló recién muerto. Los resultados, publicados ahora por la revista American Midland Naturist, son realmente sorprendentes. 
16/5/2018 | Redación JyS

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Cervatillo de dos cabezas. / Foto: D’Angelo-Universidad de Georgia

Todo comenzó cuando un buscador de hongos de Minnesota (Estados Unidos) se topó en 2016 con lo que parecía un cervatillo de dos cabezas. El animal yacía sin vida en el bosque, por lo que el hombre lo recogió y lo puso a disposición de los científicos para que pudiera ser estudiado. Ahora los resultados han sido publicados en la revista American Midland Naturist y han dejado perplejos a todos los que han podido acceder a ellos. 

Un caso extremadamente raro

«Es increíble y extremadamente raro», aseguraba en el momento del hallazgo el especialista en ciervos de la Universidad de Georgia Gino D’Angelo, quien trabaja en el Departamento de Recursos Naturales de Minnesota. Según el catedrático es difícil determinar con qué frecuencia sucede esto en la naturaleza. «De las decenas de millones de ciervos que nacen anualmente en los Estados Unidos, es probable que haya anormalidades que ni siquiera conocemos».

De acuerdo a los resultados del estudio, lo que en primera instancia parecía tratarse de un cervatillo bicéfalo resultaron ser en realidad dos gemelos unidos, los primeros de su especie que se sepa que han llegado a nacer. Todos los demás ejemplares de casos de gemelos unidos solo han sido observados en el útero, tal como ha publicado la revista N+1.

 
Radiografía del cervatillo de dos cabezas. / Foto: D’Angelo-Universidad de Georgia

No habrían salido adelante

Cuando los cervatillos fueron encontrados hace dos años estaban limpios, secos y recién muertos; y fueron enviados al Departamento de Recursos Naturales de Minnesota para ser congelados y posteriormente estudiados al detalle.

El equipo de investigación realizó entonces una necropsia completa, una resonancia magnética y una tomografía computarizada del cuerpo en el laboratorio de diagnóstico veterinario de la Universidad de Minnesota. Descubrieron en ese momento que eran hembras y tenían un solo cuerpo, pero la columna vertebral se bifurcaba en el tórax, de modo que había dos cuellos y dos cabezas separadas.

Los pulmones, al ser colocados en agua, se hundieron, lo que confirmó que nunca llegaron a funcionar y que los cervatillos, por tanto, habrían nacido muertos. Además, su anatomía mostraba que, lamentablemente, nunca hubieran podido sobrevivir.

Tenían dos tractos gastrointestinales separados, aunque solo uno estaba conectado por completo hasta el ano. También poseían dos corazones aunque dentro de un saco pericárdico compartido. Sin embargo, solo compartían un hígado y estaba mal formado.

«Su anatomía indica que los cervatillos nunca habrían sido viables», dijo D’Angelo. «Sin embargo, se los encontró arreglados y en una posición natural, lo que sugiere que la madre trató de cuidarlos después del parto. El instinto maternal es muy fuerte», añadió. Actualmente, los cervatillos pueden verse en la sede del Departamento de Recursos Naturales de Minnesota en St. Paul, Minnesota, donde están expuestos.