«Los compañeros me abrazaban y me daban constantemente la enhorabuena. Es algo que creo que no viviré nunca más y, a mis 22 años, desde luego que es la experiencia más grande de mi vida», ha relatado el cazador Adrián Fernández a Jara y Sedal.
25/2/2019 | Redacción JyS

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Adrián Fernández, con los nueve suidos abatidos. / A.F.

Adrián Fernández, de 22 años, participó el pasado 17 de febrero en una montería de 30 puestos en la localidad catalana de Castellolí, un municipio de la provincia de Barcelona. Ni en sus mejores sueños habría imaginado la enorme suerte que iba a tener, pues abatiría 9 de los 19 jabalíes que se cobraron en esa montería en abierto. «Los compañeros me abrazaban y me daban constantemente la enhorabuena. Es algo que creo que no viviré nunca más y, a mis 22 años, desde luego que es la experiencia más grande de mi vida», ha dicho el protagonista, Adrián Fernández, a Jara y Sedal.

Así se produjeron los lances

«Nada más llegar a la parada vi pasar una piara de unos diez animales por una pedriza, justo delante del puesto. Se metieron en un pequeño canal de monte que había», comienza a narrar Fernández. Al momento, llegó la primera pieza: un jabalí de 25 kilos de peso al que abatió de un disparo. Minutos más tarde llegó el segundo, al que de nuevo abatió de forma certera.
A partir de ese instante el joven cazador sabía que iba a tener una mañana con movimiento… y efectivamente, cinco minutos más bastaron para obtener un nuevo jabalí de 50 kilos, que «cayó rodando por toda la pedriza hasta llegar abajo». Minutos más tarde, de nuevo vio otro gran suido en la zona superior del puesto. Antes de que coronase la pedriza, le ofreció el costado y pudo abatirlo.

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Así era la pedriza frente al puesto. / A.F.

Minutos más tarde, «llegaron los perros por debajo de mí en la zona sucia con un jabalí delante, pero estaba en mitad de los perros y era peligroso tirar, por lo que solamente disparé a uno, al que enganché», relata el cazador a Jara y Sedal. Poco despues otros tres jabalíes fueron apareciendo de forma escalonada, y Adrián consiguió hacerse con ellos.

Un emocionante final de la montería

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Otra imagen de los nueve jabalíes. / A.F.

Un compañero del puesto adyacente también disparó sobre otro cochino, que huyó hacia Adrián Fernández: «Me entró por debajo, pero sólo veía las matas moverse. En un claro, conseguí verlo y asegurar que era jabalí, por lo que disparé una vez y lo fallé», relata.
Al rato, apareció otro de 60 kilos y, mientras se escapaba, le disparó sin saber nada más de él en el resto de la montería… hasta que al final de ésta lo encontraron abatido. Ya casi acabando la cacería, pudo conseguir el último de un certero disparo.
Adrián Fernández asegura que además de los abatidos vio alrededor de 15 o 20 jabalíes más, que no pudo disparar por la velocidad que llevaban. En resumen, 16 disparos y 9 jabalíes abatidos. Todo un logro para este joven aficionado a la caza en batida.

Batidas para controlar la sobrepoblación de jabalíes 

La superpoblación de jabalíes ya es notoria en múltiples puntos del país, incluido Cataluña. De hecho, según un estudio recientelos jabalíes propician hasta el 35% de los accidentes de tráfico que se producen con fauna y también en las zonas rurales, como es el caso de esta batida en la que Adrián Fernández fue el principal protagonista.
En este sentido, la Federación de Caza de Barcelona pone encima de la mesa datos fidedignos y específicos que contemplan todos los gastos y variables aplicables a la caza del jabalí en la modalidad de batida en Cataluña. En total, la caza de suidos genera en Cataluña 64 millones de euros en la región.

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