No te asustes, que no hace falta ser un experto en bricolaje ni un auténtico ‘manitas’ para fabricar tus propias tablas. En este artículo te contamos cómo te las puedes ingeniar para conseguirlo de una manera sencilla.

Cómo hacer una tabla con los colmillos de un jabalí
Te enseñamos a colocar los colmillos de los jabalíes en tablas y a realizar los casquillos con alpaca. / Fotos: Edu Pompa

Por mi modo de entender la actividad cinegética no me podría considerar un buen cazador si no sé ‘arreglar’ la pieza cazada, si no sé cocinarla para aprovechar su carne o si no me preocupo de criarla, por poner varios ejemplos. Porque ser cazador no es simplemente ser un buen tirador. Se necesita saber algo más.

Yo siento que estoy cazando no sólo los días en que porto el rifle o la escopeta; también lo hago aquellos en los que me acerco al coto a rellenar los bebederos de las perdices, a ver los pasos de las palomas, a revisar el comedero de los guarros… y también cuando hago mis pinitos como taxidermista. En este artículo te contaremos cómo preparar de una manera básica tus trofeos de jabalí. En diez sencillos pasos hemos preparado una tabla con las navajas de un jabalí macho y de una hembra, utilizando para ello una tabla aperada –de las que se usan para los frontales de venado–.

A primera vista puede parecer una tarea compleja, pero con un poco de maña y práctica aprenderás a conservar tus propios trofeos. Algo que también forma parte del ritual de la caza. Mientras tanto, yo intentaré aprender cómo hacer… ¡una buena caldereta!

Qué necesitas:

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1. Chapa de alpaca de cuatro décimas de espesor.
2. Tira de alpaca de siete milímetros de ancho y cuatro décimas de espesor.
3. Hilo de alpaca redondo.
4. Varilla de plata para soldar alpaca.
5. Decapante para soldaduras.
6. Pincel.
7. Betún de judea.
8. Aguarrás.
9. Taladro con diferentes accesorios como brocas, vástago para acoplar discos de tela o fieltro y lija de grano número 80 adaptable al mismo.
10. Dos discos de tela o fieltro.
11. Pasta para pulir alpaca.
12. Pasta blanca para pulir colmillos o hueso.
13. Pegamento ultrafuerte de los que se utilizan para pegar madera, metal, piedra y otros materiales.
14. Tabla de las dimensiones adecuadas a nuestro trofeo.
15. Material diverso como alicates, destornillador, tenazas, tijera para cortar chapa…
16. Tornillos pequeños.
17. Soplete.
18. Resina de poliéster o relleno comercial para colmillos de jabalí.
19. Chapas de latón grabadas con nuestras iniciales, nombre de la finca y fecha de la captura.

1. Saca los colmillos

Separamos la jeta y parte delantera del hocico del jabalí cazado del resto del cuerpo realizando un corte por detrás de tercer premolar –tercer diente por detrás de las navajas– con ayuda de un arco de sierra. Una vez cortada y desprovista de la lengua y todo resto de carne o piel, procedemos a cocer esta parte en una olla con agua durante al menos hora y media para después extraer los colmillos y amoladeras con facilidad. Éstas saldrán tirando de ellas y las navajas las extraemos al revés, empujando de ellas hacia adentro y extrayéndolas por la parte posterior de la mandíbula, justo por el orificio que ha quedado en ésta tras el corte con la sierra. Después las limpiamos con agua y jabón, incluido su interior, para que no quede un solo resto de carne.

2. Blanquéalos

Para blanquearlos envolvemos colmillos y amoladeras en algodón y lo empapamos de agua oxigenada de 110 volúmenes durante una hora. También podemos usar la convencional pero manteniéndolos en esta solución entre 8 y 10 horas.

3. Rellénalos para que no se rajen

1. Rellenando.

Para que no se rajen hay que rellenar las navajas con resina de poliéster líquida de color hueso o con rellenador de colmillos –lo encontrarás en armerías o tiendas de material para taxidermia–. Para ello pinchamos las piezas en porexpan o las sujetamos con plastilina de manera que el orificio quede hacia arriba.

4. Fabrica los casquillos

4.1
4.1

Una vez secado el relleno, construimos los casquillos con una tira de alpaca de siete milímetros. Rodeamos con ella cada uno de los colmillos y los cortamos a medida de su base (4.1). Soldamos el anillo formado con la ayuda de un soplete y una varilla de plata (4.2) de la siguiente manera: con un típico tornillo de taller mantenemos el anillo unido, aplicamos decapante para soldadura y calentamos con el soplete. Una vez se evapore el decapante arrimamos la varilla de soldadura hasta que suelte una pequeña gota. Ésta se expandirá por la superficie en la que aplicamos el decapante si continuamos aplicando calor con el soplete… y ya estará soldada (4.3).

4.2
4.2

Cortamos una pequeña base de alpaca (4.4) y ponemos el anillo soldado encima de ésta. Aplicamos decapante por la parte interior (4.5) e introducimos un trozo de varilla de soldadura de cinco milímetros en el interior. Aplicando calor con el soplete, y tras evaporarse el decapante, el trozo de varilla se funde y el casquillo queda soldado (4.6). Fabricaremos uno para cada pieza dental.

4.3
4.3
4.4
4.4
4.6
4.5
4.6
4.6

5. Líjalos

13. Lijamos el casquillo.

Cortamos la alpaca sobrante alrededor de cada casquillo con una tijera para cortar chapa. Con una lija de grano de 80 para taladradoras lijamos todos los casquillos hasta dejarlos completamente lisos.

6. Púlelos

6.1
6.1

Con ayuda del taladro provisto de un disco de fieltro o tela pulimos los casquillos: mientras gira, apoyamos el disco en la pasta especial para pulir alpaca (6.1). Después arrimamos los casquillos al disco (6.1), puliendo así toda su superficie, y los limpiamos con algodón y alcohol. Ahora tendrán un brillo similar al de la plata.

6.2
6.2

7. Termina los colmillos

19. Pegamos casquillos de navajas.

Pegamos los casquillos a las navajas con pegamento ultrafuerte. Con pasta de pulir blanca y un disco de fieltro pulimos la superficie de todos los colmillos limpiándolos a continuación con algodón y un poco de alcohol.

21. Pulimos con pasta blanca tanto amoladeras como navajas.

8. Pon la chapa

Colocamos la chapa de latón –que habremos encargado en una tienda de trofeos– en la parte superior de la tabla.

9. Fíjalos a la tabla

9.1
9.1

Con hilo de alpaca construimos unos ganchos para poder fijar las navajas a la tabla (9.1). Las presentamos y marcamos los taladros que necesitamos hacer. Después las fijamos en la posición deseada con ayuda del pegamento. Realizando un orificio con el taladro en los casquillos de las amoladeras los fijamos a la tabla con un pequeño tornillo (9.2). Con el pegamento ultrafuerte pegamos las amoladeras al casquillo (9.3) colocado con el tornillo, de manera que queden apoyadas a la tabla por su base –esta manera de colocarlas se denomina ‘a la riojana’ (9.4)–.

9.2
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9.3
9.3
9.4
9.4

10. El toque final

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Por último, restauramos con betún de judea diluido en aguarrás los dibujos de los colmillos antes de haberlos introducido en agua oxigenada. Si los prefieres casi totalmente blancos olvídate de este paso.

Resultado final