La Xunta de Galicia volverá a declarar este fin de semana la emergencia cinegética por jabalí, una medida que permitirá su caza sin limitación en el 85 % del territorio. La decisión, que se publicará mañana en el Diario Oficial de Galicia, estará vigente hasta finales de febrero de 2026, coincidiendo con el cierre del período hábil. Será la quinta vez desde 2019 que el Gobierno gallego adopte esta fórmula para contener el problema.

La elevada densidad de jabalíes en Galicia ha disparado los daños en cultivos, los accidentes de tráfico y el riesgo de transmisión de enfermedades. En la última temporada, los avisos por destrozos agrícolas alcanzaron los 4.208, frente a poco más de mil hace ocho años. También se registraron cerca de 4.000 siniestros viales relacionados con esta especie.

Los cazadores, sorprendidos por el momento elegido

Aunque la decisión no ha pillado por sorpresa a las asociaciones agrarias, sí ha generado debate entre los propios cazadores gallegos, que cuestionan el momento del año en que se decreta la medida. «Creemos que esta decisión se ha tomado de forma rápida y poco estudiada. Los agricultores y ganaderos tienen todo nuestro apoyo. ¿Pero lo necesitan ahora en noviembre? No lo sé», señaló Luis Fidalgo, presidente de la Federación Galega de Caza, según recoge hoy La Voz de Galicia.

El representante del colectivo insiste en que la caza es una herramienta fundamental de gestión y control poblacional, pero subraya que debe aplicarse con sentido común. Los cazadores, asegura, ya están saliendo de forma regular los jueves y sábados, por lo que no consideran necesario aumentar los días de caza pese a la emergencia declarada por la Xunta.

«No vamos a salir a arrasar, a cazar a cañón. Nosotros queremos hacer las cosas bien», afirma Fidalgo, que recalca que las batidas se organizarán solo cuando haya daños concretos o una concentración excesiva de animales.

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Jabalí hozando. © Shutterstock

Un problema que va más allá del campo

La Xunta sostiene que la declaración de emergencia responde a criterios técnicos que incluyen la densidad de la especie, los daños a los cultivos, el número de explotaciones porcinas y la siniestralidad en carretera. Desde la Consellería de Medio Ambiente destacan que la medida busca reducir riesgos tanto agrícolas como sanitarios, además de proteger la seguridad vial.

La sobrepoblación del jabalí se ha convertido en uno de los principales retos ambientales y económicos del rural gallego. Su expansión, favorecida por la ausencia de depredadores naturales y los cambios en el paisaje agrario, afecta a agricultores, ganaderos y conductores. Frente a ello, la caza se mantiene como una actividad indispensable para el equilibrio del ecosistema y una fuente de riqueza que genera empleo, consumo local y actividad en el medio rural.

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