Viejas historias de furtivos olvidados se ha consolidado en apenas unas semanas como el libro más vendido de librosdecaza.com. La demanda ha sido tan elevada que la primera edición se encuentra prácticamente agotada, un dato que confirma el impacto de una obra que ha sabido conectar con la memoria rural y con un público que reconoce en sus páginas una parte de la historia reciente de España.
El libro, escrito por Israel Hernández, director de la revista Jara y Sedal y de Cazaflix, propone un recorrido por una España marcada por la escasez, el silencio y la dureza del campo. Un país en el que el hambre empujó a muchos hombres a vivir al margen de la ley, no por vocación, sino por pura supervivencia.
Desde su lanzamiento, el título ha escalado posiciones hasta situarse en lo más alto de las ventas del portal especializado, convirtiéndose en un referente entre los lectores interesados en el mundo rural, la historia social y la cultura cinegética. El éxito ha sido sostenido, no fruto de un pico puntual, lo que explica que la primera tirada esté cerca de agotarse.
El libro arranca con un prólogo que marca el tono y la intención de la obra. «Este libro que tiene usted en sus manos es un viaje al pasado más reciente de una España rural que comienza a perderse tras la difusa neblina del tiempo». A partir de ahí, se suceden relatos basados en hechos reales, recopilados durante décadas de trabajo y conversación con los últimos testigos de aquella época.
Antes de entrar de lleno en los distintos episodios, el texto contextualiza un tiempo en el que las normas escritas poco tenían que ver con la realidad diaria. «Porque eran tiempos en los que las leyes que los sometían las dictaban sus propias tripas, no las cortes de Madrid», se lee en el prólogo, que actúa como hilo conductor de toda la obra.

Un éxito sostenido entre los lectores
El posicionamiento como bestseller no responde a una campaña puntual, sino al boca a boca y a la identificación del lector con unas historias que no buscan glorificar ni juzgar. El propio libro lo deja claro desde el inicio: «Este libro no es una apología de la caza furtiva. Tampoco es un ajuste de cuentas. Es una crónica humana».
Esa aproximación, centrada en las personas y en el contexto histórico, ha sido clave para atraer a un público amplio, más allá del estrictamente cinegético. Las escenas descritas remiten a una España en la que un conejo podía significar una cena y una liebre, una condena, una idea que atraviesa todo el relato.
Además, el libro incorpora elementos de memoria personal, como la presencia del abuelo del autor, Laureano, cuyas vivencias aparecen reflejadas en algunos capítulos y sirven para enlazar la historia colectiva con la experiencia familiar.
A punto de agotar su primera edición
El éxito de ventas ha llevado a que Viejas historias de furtivos olvidados esté cerca de agotar su primera edición, un hito poco habitual en el ámbito de los libros especializados. Desde librosdecaza.com confirman que las reservas continúan a buen ritmo, lo que anticipa una próxima reposición.
La obra puede comprarse actualmente a través de la propia web, donde se mantiene como el título más demandado. Un reconocimiento que refuerza la trayectoria de Israel Hernández como divulgador y periodista del mundo rural, y que confirma el interés creciente por relatos que ayudan a entender de dónde viene una parte importante de nuestra historia.








