El Club de Cazadores La Montieleta de Benaguacil ha dado un paso más en su compromiso con la conservación del entorno natural. Recientemente, han instalado tres nuevos bebederos, con capacidad para 700 litros cada uno, que complementan las balsas ya existentes en la zona. El objetivo principal de esta iniciativa es garantizar que los animales silvestres dispongan de agua durante todo el año, especialmente en los meses más calurosos, cuando la escasez de recursos hídricos supone un grave desafío para la fauna. Sin duda un regalo de Reyes tan necesario como especial.
Lorena Martínez, presidenta de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, ha elogiado este tipo de acciones: «Estas acciones son un gran ejemplo de cómo los cazadores colaboran activamente en la protección del medio ambiente y en el cuidado de los recursos naturales». Martínez también ha destacado que los cazadores no solo se dedican a la actividad cinegética, sino que desempeñan un papel fundamental en la gestión de los hábitats naturales y en la protección de los ecosistemas.
Cazadores, aliados clave en la conservación
En España, el papel de los cazadores como agentes de conservación ambiental es cada vez más reconocido. Según datos de la Fundación Artemisan, las sociedades de cazadores invierten casi 300 millones de euros al año en iniciativas relacionadas con la gestión y conservación del medio ambiente. Estas inversiones incluyen la creación de bebederos y comederos, la reforestación de áreas degradadas, la limpieza de espacios naturales y la lucha contra especies invasoras.
Estas acciones son especialmente importantes en un contexto de cambio climático, donde los periodos de sequía y las temperaturas extremas afectan gravemente a los ecosistemas. La instalación de bebederos, como los realizados por el Club La Montieleta, permite a los animales silvestres acceder a agua de manera segura, lo que contribuye a su supervivencia y al equilibrio de los hábitats.
La importancia del agua para la fauna silvestre
El agua es un recurso esencial para la fauna, no solo como fuente de hidratación, sino también como un elemento crucial para la regulación de la temperatura corporal y el mantenimiento de la salud de las especies. En verano, cuando las altas temperaturas secan balsas y charcas naturales, los bebederos instalados por los cazadores se convierten en un salvavidas para una amplia variedad de animales, desde pequeños mamíferos y aves hasta grandes herbívoros.
Gracias al compromiso de asociaciones como La Montieleta, se refuerza el mensaje de que la caza sostenible y la conservación pueden ir de la mano, demostrando que los cazadores no solo son usuarios del medio ambiente, sino también sus guardianes.
