Un agente forestal tendrá que ir a la cárcel por denunciar falsamente a su hermano por talar una encina seca en Extremadura. El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de tres años de prisión que le impuso la Audiencia Provincial de Cáceres por un delito de falsedad en documento oficial.
Los hechos ocurrieron en febrero de 2018, cuando el agente forestal, que trabajaba en un municipio de Cáceres, redactó una denuncia contra su hermano. En ella, le acusaba de haber cortado una encina seca para llevar la leña a su casa sin los permisos necesarios en el paraje Real de Gata, un lugar protegido por ser una vía pecuaria.
La denuncia dio lugar a un proceso sancionador, pero resultó ser una mentira, tal y como ha dictaminado el Tribunal Supremo. El agente forestal había inventado los datos para perjudicar a su hermano, con el que tenía problemas familiares. Así lo demostraron las pruebas y los testigos que declararon en el juicio.
Una condena ejemplar
Entre ellos, estaba el testigo en el que se basó el agente para hacer la denuncia. Según él, había visto al hermano del agente con un remolque lleno de leña el día de los hechos. Sin embargo, este testigo negó haber visto que talara la encina seca y dijo que no conocía al conductor del remolque ni sabía si había cortado la encina protegida.
El tribunal consideró que el agente forestal había actuado con mala fe y había abusado de su condición de funcionario público para falsificar un documento oficial. Por eso, le condenó a tres años de prisión y a pagar una multa de 1.080 euros.
El agente forestal no aceptó la sentencia y recurrió al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que desestimó su recurso y confirmó la condena. Después, recurrió al Tribunal Supremo, donde volvió a perder.
El testigo de la montería
El agente forestal se quejó de que no le habían dejado presentar todas las pruebas que quería para defenderse. En especial, reclamó la declaración de un testigo que, según él habría coincidido con su hermano en una montería el día de los hechos y que habría visto al hermano del agente conducir su vehículo con leña desde el lugar donde estaba la encina cortada hasta Valencia de Alcántara.
El Tribunal Supremo rechazó sus argumentos y dijo que el tribunal había dispuesto de pruebas suficientes para dictar la sentencia. Además, dijo que el testigo protegido podía haber sido propuesto por el agente en primera instancia y que su testimonio no era relevante para el caso.
Así, el Tribunal Supremo confirmó la condena al agente forestal y cerró el caso. El agente forestal tendrá que cumplir la pena de prisión por haber denunciado falsamente a su hermano por talar una encina seca en Extremadura.