A estas alturas del verano, la combinación de lluvias de primavera y temperaturas altas ha creado el caldo de cultivo perfecto para los insectos voladores. Varias administraciones están reforzando tratamientos y piden prevención ciudadana —eliminar aguas estancadas, cerrar cubos y mantener desagües limpios—, pero en casa y en el jardín siguen haciendo falta barreras eficaces para mantenerlos a raya.
Este 2025, además, el mosquito tigre se expande por nuevas áreas del interior peninsular, lo que ha obligado a reforzar planes de control vectorial. En casa, combinar medidas ambientales –eliminar charcos, cubrir cubos– con trampas y lámparas marca la diferencia en confort.
Trampa de cebo reutilizable para moscas: colgar, llenar y olvidar

La primera opción que traemos es la clásica trampa de cebo en tarro: un recipiente reutilizable que se cuelga en el exterior (porches, corrales, huertos o zonas de basura). El uso es muy sencillo: se llena el frasco con agua, se añade el atrayente y se cuelga; las moscas entran guiadas por el olor y quedan atrapadas sin insecticidas en aerosol. Este tipo de sistemas puede capturar miles de moscas, es ideal para patios y áreas con materia orgánica, y se mantiene renovando el cebo cada cierto tiempo. Es una solución física y selectiva para exteriores, donde los olores no resultan molestos.
Consejos de uso: colócala a la sombra y a favor del viento dominante para “sacar” a las moscas de la zona de paso de personas, mantenla lejos de mesas y cocinas (atrae por olor) y renueva el cebo según indique el fabricante. Si la actividad de moscas es muy alta, combina varias unidades perimetralmente. Puedes comprarla en este enlace.
Lámpara antimosquitos Palone

Para interiores (y también terrazas o porches), una lámpara eléctrica tipo “zapper” ofrece un enfoque distinto: atrae con luz UV (365 nm) y elimina los bichos al contacto con una rejilla de alto voltaje. El modelo de PALONE de 20 W y 4.500 V es uno de los más populares en Amazon.es: figura con miles de valoraciones, cobertura efectiva de entorno a 100 m² y funcionamiento muy silencioso (solo se oye un leve chasquido ocasional). Es apto para salón, cocina o dormitorio y, gracias a su diseño resistente a salpicaduras, también puede usarse en exteriores resguardados).
Puntos fuertes: no usa sprays ni fragancias, funciona 24/7, tiene rejilla de seguridad y bandeja extraíble para limpieza. Recomendaciones: ubícalo en alto y a oscuras relativas (apagar luces cercanas mejora la atracción UV), limpia la bandeja con frecuencia y no lo coloques junto a ventanas abiertas muy iluminadas para no “competir” con la luz ambiente. Puedes encontrarla en este enlace.








