El Consistorio de Torrejón de Ardoz, municipio madrileño de unos 141.000 habitantes situado en el Corredor del Henares, ha decidido dar un paso más en la gestión de la fauna silvestre urbana. Para ello, acaba de licitar un contrato que contempla el control y captura de distintas especies animales que, según la memoria del proyecto, pueden generar problemas de salubridad, seguridad pública y conservación ambiental.
La actuación, con un presupuesto máximo de 150.000 euros y una duración prevista de tres años, se centrará principalmente en conejos, gansos del Nilo, cotorras y palomas. El Ayuntamiento considera necesario intervenir para evitar daños en zonas verdes y prevenir posibles riesgos para la población.
Antes de iniciar cualquier actuación, la empresa adjudicataria deberá realizar un diagnóstico inicial de la situación, que se repetirá de forma anual. Ese estudio permitirá conocer el tamaño poblacional de cada especie y las zonas donde su presencia resulta más conflictiva.
El pliego establece que los animales capturados deberán ser trasladados a centros de recuperación, acogida o cría en cautividad, siempre que sea posible. En los casos en los que no se pueda proceder al traslado por motivos sanitarios, se contempla el sacrificio conforme a la normativa vigente de bienestar animal.
Gansos del Nilo y cotorras, especies invasoras bajo vigilancia
Uno de los aspectos que más llama la atención del contrato es la inclusión de los gansos del Nilo, una especie exótica originaria de África que fue incorporada al catálogo de especies invasoras en España en 2013. Aunque el propio Ayuntamiento reconoce que su presencia en el municipio es ‘residual’, considera necesario actuar para evitar su expansión.
Desde el Consistorio se advierte de que, junto a las cotorras, se trata de especies que pueden causar muchos perjuicios si no se controlan, por lo que el servicio busca reducir su área de distribución y frenar su propagación. En el caso de los gansos, se subraya además su comportamiento territorial y agresivo frente a otras aves.
Las cotorras argentinas, ya problemáticas en numerosos municipios madrileños, serán controladas principalmente en espacios públicos. El pliego prevé 156 horas anuales de capturas y no descarta actuar en recintos privados si existe autorización del propietario o mandato judicial. En determinadas zonas, se permitirá su control con carabinas de aire comprimido, siempre que se garantice la seguridad.
Daños por conejos y control de palomas urbanas
La proliferación de conejos es otro de los motivos que ha llevado al Ayuntamiento a impulsar este contrato. Según la documentación oficial, estos animales están causando daños en masas arbóreas, arbustos, praderas, sistemas de riego y zonas terrizas de los parques municipales.
Además del impacto sobre las zonas verdes, el Ayuntamiento considera que su presencia puede llegar a suponer un riesgo para la seguridad y salubridad pública. Para el seguimiento y control de esta especie, el pliego permite la captura con hurones, una técnica habitual en este tipo de actuaciones.
En cuanto a las palomas, el Consistorio reconoce que están plenamente integradas en el entorno urbano, pero advierte de que su exceso puede ocasionar molestias y problemas de salud pública. Por ese motivo, se plantea su captura mediante jaulas instaladas en azoteas, con el objetivo de mantener la población dentro de límites considerados aceptables.
El contrato incluye también la posibilidad de actuar sobre cualquier otro animal silvestre que pueda generar riesgos similares en el municipio.








