Ante un atento público de más de 1.500 personas que llenaban el teatro Coliseum de Barcelona. Así ha sido el regalo que Quentin Tarantino ha hecho a sus seguidores por la vuelta de Semana Santa. Todas las entradas vendidas para el evento ‘Quentin Tarantino: cinema speculation’, en el que el director ha presentado su libro ‘Meditaciones de cine’ y ha hecho alguna que otra confesión.
Ya había visitado ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Londres o París, ahora tocaba parar en España. Ovación a su entrada. Con camisa blanca y un cierto tono de showman se ha despachado Tarantino en un acto que se ha extendido durante más de dos horas. Más nos vale tirar de imaginación puesto que los móviles estaban amordazados y la posibilidad de grabar o hacer alguna foto no existía en esta ocasión.
Preguntado por uno de los temas del momento, el director se ha pronunciado sobre la que será su última película, ‘The movie critic‘. «¿Que si será una venganza? No lo creo», aseguraba en tono irónico.
Respecto a este proyecto quiso matizar un poco más y añadió que «trata sobre una persona real de los años setenta, pero sobre alguien que yo conozco». Será este el que ponga el punto y final a su dilatada carrera, pero no todas las conversaciones iban a orbitar en torno a ello.
El libro ‘Meditaciones de cine’, de Quentin Tarantino
Volviendo al motivo del evento, la obra supone el debut del director en el universo de la no ficción. Es un relato en primera persona de los inicios del Hollywood moderno. En ella, Tarantino hace un análisis, desde sus conocimientos y su peculiar punto de vista, de varias películas del cine norteamericano de los años 70 que vio durante su infancia.
Hubo tiempo de sobra para hablar acerca de numerosos temas y uno de ellos fue su confesión sobre una película que le traumatizó desde sus primeros años. «De niño vi muchas imágenes perturbadoras en el cine, e incluso cuando algo me daba pesadillas, no significaba que no me hubiese gustado la película. ¡Al contrario! Me encantaban. Solo hubo una demasiado traumática: ‘Bambi‘», admitía el autor de ‘Kill Bill’.
Asimismo, aseguró que «‘Bambi’ ha jodido a los niños durante décadas. Fue demasiado bestia para mí y no conseguí soportarlo, sobre todo porque no me esperaba lo del incendio y lo de la muerte de la madre».
La figura del cazador, criminalizada en las películas de dibujos animados
Es uno de los clásicos del cine que muestran a los cazadores como los malos de la película, nunca mejor dicho. Aunque no es el único, ni mucho menos. Lo cierto es que son varios los filmes de dibujos animados los que muestran a esta figura como seres mezquinos y desalmados.
En este sentido, podemos mencionar a Elmer Fudd, de los ‘Looney Tunes’, representado como un hombre refunfuñón y torpe, tanto que se lastima a sí mismo con su propia escopeta. Otro de los grandes títulos en los que puede verse esto es ‘La bella y la bestia’. Aquí es Gastón quien interpreta a un personaje machista e irracional al que nadie soporta.
Por su parte, el gran villano de ‘Tarzán’ es Clayton, un cazador violento, despiadado y manipulador que tiene como único objetivo viajar a África para cazar gorilas y venderlos en el mercado negro.
Son solo algunos ejemplos de películas en las que la figura del cazador se presenta como el culpable de todos los males que suceden en ellas.
Lejos de ser algo irrelevante, esas representaciones negativas provocan un impacto perjudicial en las opiniones que muchas personas tienen de la caza. Además, esto se vuelve aún más determinante cuando son los niños los que, desde su infancia y a través de sus películas favoritas, perciben esa cruel y despiadada imagen que simboliza el cazador y que les marcarán durante años.