El siguiente vídeo, grabado en plena faena y publicado en redes por el perfil AgroBuri, muestra a un rebaño de ovejas mientras una joven pastora explica un método que, según dice, les permite pasar de una paridera de cuarenta días a otra concentrada en apenas cuatro jornadas. La ganadera introduce el procedimiento sin rodeos y con un lenguaje directo.

En las imágenes se ve cómo sujeta a una oveja antes de detallar el proceso. Enseña el aplicador y la esponja, y cuenta que se colocan en la vagina durante dos semanas. «Se las colocamos con este aplicador dentro de la vagina para que las lleven durante dos semanas. En ese tiempo, la esponja libera progesterona», explica en el vídeo. Esa hormona mantiene a las ovejas fuera de celo y permite que, al retirar el dispositivo y administrar una dosis de estímulo hormonal, todas entren en celo prácticamente a la vez.

El objetivo, según resume él mismo, es sencillo: «Con esto conseguimos que los partos, en vez de durar cuarenta días, se agrupen todos en tan solo cuatro días».

Un método pensado para reducir riesgos

La razón que aporta el ganadero para recurrir a esta técnica es muy concreta. Sus ovejas, afirma, suelen parir con una bolsa amniótica especialmente gruesa. Eso implica que, si la hembra no limpia rápido al cordero, existe riesgo de que el recién nacido no llegue a respirar. Al concentrar los partos en pocos días, el equipo puede estar más pendiente de cada animal y ayudar cuando sea necesario. «Así podemos estar muy pendientes de cada uno y ayudar si hace falta», indica la joven.

El método, bastante extendido en explotaciones ovinas profesionales, se basa en una idea simple: controlar el celo para poder controlar también la época de partos. No requiere explicaciones complejas; basta con entender que las esponjas actúan como un interruptor temporal que permite sincronizar al rebaño.

Una práctica conocida en el campo, menos entre la sociedad urbanita

Aunque en muchos pueblos ganaderos el uso de esponjas hormonadas es habitual, para buena parte del público urbano sigue siendo algo llamativo. En el propio vídeo, la pastora pregunta a quienes ven la publicación si conocían este sistema y anima a seguir la cuenta para descubrir más curiosidades del trabajo diario con ovejas. La publicación ha generado interés precisamente por esa mezcla de rutina rural y técnica práctica que ella mismo muestra sin artificios.

El resultado es una explicación clara de un procedimiento que, más allá del detalle, persigue una idea fundamental: asegurar que los corderos nazcan en las mejores condiciones posibles y reducir la mortalidad en los primeros minutos de vida.

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