El Senado ha aprobado este miércoles la eliminación del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), permitiendo que la especie pueda volver a ser cazada en determinadas circunstancias. Esta medida ha sido promovida mediante enmiendas presentadas por el Partido Popular, que contaron con el respaldo de los grupos parlamentarios de PNV y Junts. La decisión final, sin embargo, quedará en manos del Congreso de los Diputados la próxima semana, donde se espera que estos mismos apoyos se mantengan para hacer efectiva la medida.

Según un comunicado del PP de Castilla y León, si los partidos que han respaldado la medida en el Senado mantienen su posición en el Congreso, la salida del lobo del Lespre quedaría definitivamente reflejada en la ley. Esta ha sido una demanda histórica de los sectores ganaderos y de autonomías como Castilla y León, Cantabria, Galicia y Asturias, regiones donde la presencia del lobo ha generado cuantiosos daños a ganaderos locales.

La defensa del sector primario

La portavoz del Partido Popular en el Senado, Alicia García, celebró la votación como un «paso de gigante» para alcanzar la salida del lobo del Lespre. García subrayó que esta decisión es «tan ansiada por nuestros ganaderos», destacando el trabajo realizado durante casi cuatro años para conseguir que esta reivindicación llegara a buen puerto.

«Estamos muy cerca de lograr el objetivo de salvar a nuestro sector primario del lobo», afirmó García, subrayando la importancia de esta medida para proteger la actividad ganadera en las zonas rurales afectadas. En la misma línea, el senador leonés Antonio Silván ha sido uno de los impulsores más activos de esta causa en la Cámara Alta.

El control del lobo, prohibido desde 2021

Lobo ibérico. © Shutterstock

Desde el Partido Popular, consideran que la votación en el Senado refleja «la debilidad del Gobierno de Sánchez» y su incapacidad para imponer una agenda legislativa coherente. «No solo impulsamos las soluciones que España necesita, sino que empezamos a derogar todo el daño causado por el sanchismo», señalaron fuentes del PP, reforzando su mensaje de defensa del campo y de las tradiciones rurales.

La inclusión del lobo en el Lespre en 2021 fue una decisión que generó controversia, especialmente en regiones con fuerte presencia ganadera. La prohibición de la caza del cánido fue interpretada por muchos sectores como un obstáculo para el control poblacional de la especie y una amenaza para la sostenibilidad del sector ganadero.

Datos oficiales sobre la población de lobos

Un reciente estudio del Instituto de Biodiversidad Agraria y Desarrollo Rural (Ibader), perteneciente a la Universidad de Santiago de Compostela, ha revelado que el censo oficial de lobos en Galicia, elaborado por la Xunta, subestimó la población en más de un 40%. La investigación, publicada en la revista Recursos Rurais, se realizó entre 2021 y 2022 en el norte de Lugo y parte de A Coruña, indicando que el número de ejemplares es significativamente mayor al registrado oficialmente.

Por otro lado, en Castilla y León, el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presentó a finales de 2024 los resultados del censo del lobo ibérico 2022-2023. Este nuevo estudio reflejó un crecimiento del 8% en el número de manadas en la región, pasando de 179 en 2012-2013 a 193 en la actualidad. En particular, el aumento fue más notable al sur del río Duero, donde las manadas crecieron un 30%.

Estos datos reflejan una tendencia al alza en las poblaciones de lobos en el noroeste de España, lo que podría tener implicaciones en la gestión y conservación de la especie en los próximos años.

La batalla aún no ha terminado

Aunque la votación en el Senado ha sido celebrada por los sectores ganaderos y los partidos que impulsaron la medida, la decisión definitiva está pendiente de la ratificación en el Congreso de los Diputados. De mantenerse los apoyos actuales, la ley podría cambiar en cuestión de días, reabriendo la posibilidad de gestionar las poblaciones de lobo mediante la caza controlada.

Mientras tanto, el debate seguirá candente entre los defensores a ultranza de no permitir el control de la especie y quienes consideran que el blindaje del lobo no puede hacerse a expensas de la supervivencia de los ganaderos. En los próximos días, todas las miradas estarán puestas en el Congreso, donde se definirá el futuro de la gestión del lobo en España.

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