Durante una visita a la finca Las Tiesas para grabar imágenes de los toros que protagonizarán una destacada corrida en el Coliseo de Nimes, un semental de la ganadería de Victorino Martín protagonizó un momento de máxima tensión al arrancarse sin previo aviso contra el coche del equipo de grabación. El astado, de nombre Portero, estuvo a punto de causar un susto mayor a los presentes.
El toro bravo en su terreno
El comportamiento del toro bravo en el campo puede variar dependiendo de múltiples factores. Aunque en muchas ocasiones muestra una actitud noble o tranquila, la presencia de extraños, el cambio de cercado o las tensiones con otros toros pueden provocar que se vuelva impredecible. En este caso, Portero, semental ya aprobado en casa, no dudó en lanzarse hacia un vehículo que se encontraba dentro de su territorio.

Los toros bravos tienden a proteger las zonas que consideran suyas, especialmente cuando sienten que otros animales invaden su espacio o cuando perciben amenazas. En el campo, suelen buscar zonas cómodas según la época del año y, si se sienten alterados, no dudan en marcar su jerarquía frente a cualquier elemento, sea este un remolque, un coche o incluso un caballo.
Una embestida inesperada
El suceso ocurrió el pasado miércoles durante la grabación promocional de la encerrona en solitario que protagonizará el diestro Borja Jiménez el próximo 9 de junio en el Coliseo de Nimes, una cita de enorme importancia para su carrera. El equipo de grabación acudió a la finca para documentar a los toros reseñados de la ganadería A Coronada, propiedad de Victorino Martín.
Por fortuna, el incidente no pasó a mayores, pero deja clara la importancia del conocimiento del campo y del comportamiento del toro bravo. Este tipo de episodios no son extraños en el día a día de las ganaderías, donde los toros pueden pasar de la calma a la acometida en cuestión de segundos. Una vez más, quedó patente la necesidad de extremar precauciones durante cualquier grabación o visita a este tipo de explotaciones ganaderas.