Nadie nace sabiéndolo todo, es por ello que debemos enseñar a las nuevas generaciones de cazadores a mantener una conducta ejemplar. Desde Jaraysedal.es te acercamos estas seis normas que debes enseñar a todo joven cazador que se inicie en la actividad cinegética.
Cumple las normas (escritas y no escritas)
Lo primero y más importante, debes asegurarte de que tu comportamiento en el monte se ajusta a todas las normativas. Cazar en veda, exceder el cupo de piezas establecidas… son conductas poco éticas e ilegales, y no debemos permitir acciones como estas en el colectivo.
Bien es cierto que hay acciones que son legales, pero no son éticas. Obedecer la ley no basta para dotar de un comportamiento ético a nuestros actos, pero sí que es la base fundamental sobre la que nos debemos regir.
Aprovecha al máximo la pieza
Al contrario de lo que muchas personas piensan, incluidos algunos cazadores, no hay nada de malo en practicar la caza de trofeos. Sin embargo, siempre se debe aprovechar al máximo el animal. Toda pieza que se abata supone un manjar. La caza acaba en la mesa, no encontrarás una carne mejor y más sana. Así, con el fin de poder aprovechar la carne, también te esforzarás más por encontrar al animal.
Cuando abates un ciervo, o cualquier animal de grandes dimensiones, es muy tentador dejarlo en el monte cargando sólo con el trofeo. Pero no estarías actuando de forma ética. El animal se merece el máximo respeto, te acaba de proporcionar lo más valioso que tenía, su vida.
Utiliza un arma con la suficiente potencia
Si disparas con el arma adecuada para la modalidad que practicas, y para la pieza objetivo, podrás abatirla de un tiro certero y limpio. El objetivo del cazador es abatir la pieza sin que esta sufra. Debes poner el máximo de tu parte para asegurar que el animal muere rápido y sin sufrir, y esto solo se consigue si el arma es la adecuada.
Conoce cómo utilizar tu arma
Este punto va en relación con el anterior. No basta sólo con que tu arma sea lo suficientemente potente, sino que debes conocer su funcionamiento a la perfección. No es bueno disparar con un modelo demasiado potente si no sabes cómo utilizarlo, o no puedes con él. Si tu rifle tiene demasiada potencia no dispararás con la misma confianza; estarás más pendiente del culatazo que de colocar el tiro en su sitio, y de esta manera fallarás más tiros.
Practica los principios de una caza justa
La práctica justa de la caza es una de las claves para ser un cazador ético. En términos generales, una caza justa es aquella en la que el cazador se acerca a la presa dándole oportunidades de escapar.
Hoy en día están de moda los cercones en los que los animales pueden vivir en una finca vallada de 2.000 hectáreas o más. Pero, ¿esa caza es justa? Puede que entres a la finca y no consigas ver un solo animal, pero puede que no sea así. Para decidir si un tipo de caza es justa, pregúntate: ¿El animal tiene escapatoria? Si la respuesta es sí, entonces estarás respetando los principios básicos de la caza. Esto siempre se da en terrenos abiertos, pero no en todos los cerrados.
Dispara a distancias razonables
A medida que avanza la tecnología, se hace cada vez más fácil acertar en objetivos a larga distancia. Sin embargo, aunque tú seas muy habilidoso con tu arma, no deberías disparar a distancias demasiado largas. Cuanto mayor sea el recorrido desde tu posición hasta la pieza, más dependerá el tiro de las condiciones del medio y no de tu pericia.
De todas formas, la caza tradicional y justa siempre se ha basado en acercarse lo máximo posible a la pieza. De esta forma tienes la posibilidad de realizar un tiro más certero, y a la vez le das más oportunidades a la pieza.