El rancho Midland, situado en el estado de Wyoming, vuelve a poner sobre la mesa la magnitud territorial de Estados Unidos. Sus 470.000 hectáreas, una extensión casi 8 veces mayor que la ciudad de Madrid, han despertado el interés del sector inmobiliario al ponerse a la venta por 22 millones de dólares, algo menos de 19 millones de euros al cambio actual. La cifra, elevada a simple vista, llama menos la atención cuando se calcula el coste real por metro cuadrado: menos de un céntimo, según ha informado el medio francés TF1 Info.

La propiedad forma un mosaico de tierras estatales, federales, escrituradas y arrendadas que se despliega en plena cordillera de las Montañas Rocosas, en un enclave remoto del condado de Boulder (Wyoming). El paisaje, casi intacto, ha sido uno de los reclamos señalados por Christie’s International Real Estate, la firma encargada de su comercialización.

El agente inmobiliario Court Merrigan, que lleva semanas enseñando el terreno a posibles compradores, lo describió de forma muy gráfica al reunirse con el medio francés: «Así era Norteamérica hace 1.000 años. Es el último lugar de Estados Unidos que es así». Según detalló, entre los interesados hay perfiles muy distintos, desde ganaderos a inversores turísticos, e incluso «al menos una persona interesada en visitar la propiedad en helicóptero».

© Shutterstock

Un siglo de historia familiar

El rancho pertenece desde hace más de cien años a la familia Arambel, cuyo vínculo con Wyoming se remonta a 1918. Jean Arambel, nacido en el País Vasco en 1890, llegó con 28 años para ganarse la vida como pastor de ovejas y terminó asentando una explotación ganadera que ha pasado de generación en generación. Durante décadas, la familia ha mantenido la tradición de la trashumancia, desplazando el ganado más de 160 kilómetros entre los pastos de invierno y las montañas de primavera y verano, un proceso que definió la actividad del rancho durante todo el siglo XX.

Ese legado continúa hoy en una propiedad que, según la inmobiliaria, es autosuficiente gracias a un abundante acceso al agua. El Midland cuenta con kilómetros de ribera privada, derechos de agua históricos, arroyos perennes, varios manantiales y accesos adicionales que sostienen una explotación agrícola de gran extensión.

Un coloso difícil de igualar

En un mercado inmobiliario cada vez más tensionado, la magnitud del Midland lo convierte en una rareza. Espacios de este tamaño, intactos y con recursos hídricos propios, apenas existen ya en Estados Unidos. Queda por ver si alguno de los compradores interesados formaliza la operación, una decisión que podría poner fin a uno de los capítulos ganaderos más longevos del oeste norteamericano.

Síguenos en discover

Sobre el autor