A primera hora de la mañana del pasado jueves, agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Civil accedieron al laboratorio del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA), en Bellaterra (Barcelona), por orden judicial. El registro se enmarcaba en la investigación abierta tras detectarse un brote de peste porcina africana en jabalíes del parque natural de Collserola, un episodio que ha encendido todas las alarmas en el sector ganadero.
La actuación policial responde a la necesidad de comprobar si existe relación entre los virus con los que trabaja el centro y el patógeno hallado en varios jabalíes encontrados muertos a menos de un kilómetro de las instalaciones. Los animales dieron positivo el pasado 27 de noviembre, lo que motivó la apertura de diligencias por parte del juzgado de instrucción número 2 de Cerdanyola del Vallès.
En total, cerca de cuarenta agentes participaron en el dispositivo, desarrollado poco antes de las nueve de la mañana y siguiendo los protocolos de seguridad propios de un laboratorio de alta sensibilidad biológica.
Muestras bajo custodia judicial
Durante el registro, los investigadores requisaron muestras de los virus con los que trabaja el CReSA para compararlas con las detectadas en los jabalíes infectados. Para esta tarea se desplazó hasta el centro la unidad especializada NRBQ de los Mossos, integrada por agentes preparados para actuar ante riesgos nucleares, radiológicos, bacteriológicos y químicos, equipados con trajes de protección biológica.
Las muestras recogidas serán enviadas al Laboratorio Central de Veterinaria del Ministerio de Agricultura, en Algete (Madrid). En caso de detectarse coincidencias genéticas relevantes, se llevará a cabo un análisis de confirmación en el laboratorio de referencia de la Unión Europea, el CISA-INIA, en Valdeolmos. Este es el mismo itinerario seguido por las muestras que el propio CReSA remitió previamente de forma voluntaria.
Investigación sin presunción de culpabilidad
Fuentes policiales han subrayado que el registro forma parte de la evolución natural de la investigación, declarada secreta, y que no implica una presunción de culpabilidad del laboratorio. Los agentes consideran imprescindible que sea la autoridad judicial quien custodie las muestras y supervise su análisis, dado que se investigan posibles delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente.
Además de material biológico, los investigadores solicitaron documentación y procedieron al clonado de contenidos de dispositivos electrónicos y ordenadores del centro.
Un brote que mantiene en alerta al sector porcino
El CReSA forma parte de la red del IRTA, organismo público de la Generalitat, y se encuentra dentro del campus de la Universitat Autònoma de Barcelona. En sus inmediaciones aparecieron los primeros jabalíes infectados. El virus detectado presenta similitudes con una cepa llegada a Georgia en 2007 y que no se conocía hasta ahora en poblaciones silvestres.
La Generalitat ha iniciado una auditoría paralela para determinar si algún centro de experimentación está implicado. El president Salvador Illa pidió «máxima prudencia» y aseguró que, por ahora, «nada permite concluir» que el brote proceda del laboratorio. Mientras tanto, el número de jabalíes muertos confirmados asciende ya a 26, aunque más de 200 animales analizados en la zona han dado negativo.








