El hallazgo de más de mil vainas, centenares de cartuchos y dos silenciadores caseros en una vivienda sevillana ha derivado en una petición de siete años de prisión por parte de la Fiscalía. El acusado, sin antecedentes penales ni licencia de armas, será juzgado el próximo 24 de julio por un presunto delito de fabricación de munición de guerra.
Los hechos se remontan a febrero de 2023, cuando agentes policiales llevaron a cabo un registro en la vivienda del investigado, ubicada en la provincia de Sevilla, así como en una nave anexa. Lo que encontraron superó con creces el material que cualquier ciudadano podría almacenar de forma legal: cartuchería metálica para armas largas, más de un millar de vainas y silenciadores de fabricación artesanal. Todo ello sin la correspondiente licencia de armas.
Además del armamento localizado, los investigadores encontraron materiales para la recarga de munición, como 324 gramos de pólvora, 41 pistones y una máquina no automática para la recarga de cartuchería metálica. También se incautaron 372 puntas de bala, supuestamente usadas para recargar proyectiles de distintos calibres.
Munición de guerra prohibida
Entre los elementos más alarmantes se encontraba munición del calibre 7,62×51, clasificada como munición de guerra, cuya tenencia está estrictamente prohibida salvo en casos excepcionales. En concreto, el informe del fiscal menciona un cartucho completo y 19 vainas empistonadas de ese calibre.
Junto a esta munición, se intervinieron 198 cartuchos completos de diversos calibres —.308, .243, .222, .30.06, .22, .22LR y 7 mm—, todos ellos para armas largas. Aunque la esposa del acusado contaba con una licencia de armas, la Fiscalía destaca que dicha licencia no cubre los calibres incautados durante el registro.
Silenciadores hechos en casa
El escrito de acusación apunta que el propio encausado fue quien fabricó dos silenciadores para armas largas. Una circunstancia que consideraron grave, dado que estos dispositivos están prohibidos en España salvo autorización expresa. La Fiscalía afirma que el acusado se habría dedicado durante meses a ensamblar esta munición y dispositivos, presumiblemente con fines ilícitos.
«Se dedicaba a la fabricación de silenciadores y munición de armas de fuego, así como a la recarga de las mismas», recoge el documento judicial. Será la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla la encargada de juzgar los hechos a partir del día 24 de julio.
