A partir de este lunes, criar gallinas o cualquier otra ave de corral al aire libre queda prohibido en las zonas de alto riesgo de España. La decisión, adoptada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, responde al aumento de casos de gripe aviar detectados tanto en Europa como en el territorio nacional durante las últimas semanas.

El Gobierno ha activado las disposiciones de la Orden APA/2442/2006, retirando las excepciones que hasta ahora permitían mantener aves en el exterior bajo determinadas condiciones. Desde el departamento que dirige Luis Planas explican que el objetivo es «evitar el contacto entre las aves migratorias y las de corral» en un momento crítico del paso migratorio otoñal.

Aunque la medida afecta directamente a las explotaciones que basan su producción en sistemas de cría extensiva, las comunidades autónomas podrán establecer alternativas de protección. Entre ellas, se contemplan la instalación de mallas o telas que impidan el acceso de aves silvestres, siempre que los animales se alimenten y beban dentro de recintos cubiertos o protegidos.

Un virus en expansión en toda Europa

El repunte de la influenza aviar ha obligado a la Unión Europea a reforzar la vigilancia. Solo desde el 1 de julio se han notificado 139 focos en aves de corral y 708 en silvestres. En España, los servicios veterinarios han detectado 14 brotes en explotaciones y 68 en aves silvestres, sobre todo en las rutas migratorias del norte y el oeste peninsular.

El virus identificado, H5N1 de alta patogenicidad, causa cuadros clínicos graves y una alta mortalidad en las aves afectadas. Los expertos recuerdan que su circulación es estacional, con picos en otoño e invierno. «España está en las rutas migratorias. Podemos esperar nuevos casos cada año», señalan desde el Ministerio.

Riesgo bajo para las personas, pero máxima precaución

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) mantiene el riesgo para la población general en niveles bajos, aunque lo eleva a «bajo/medio» para trabajadores avícolas o quienes manipulen animales infectados. Las autoridades insisten en que no existe peligro de contagio por alimentos: la carne bien cocinada, los huevos o los productos derivados son seguros.

La enfermedad tiene un periodo de incubación de tres a cinco días y provoca síntomas como decaimiento, pérdida de apetito, edema facial y muertes súbitas. Por ello, el Ministerio recomienda reforzar la bioseguridad en granjas y mantener los animales aislados de la fauna salvaje.

Restricciones adicionales y efectos en el campo

Las restricciones no se limitan a las gallinas. También queda prohibida la cría conjunta de patos y gansos con otras especies, así como el uso de aves de los órdenes Anseriformes y Charadriiformes como reclamos de caza. Además, se obliga a proteger los depósitos de agua exteriores y se suspenden ferias o concentraciones avícolas al aire libre salvo autorización expresa.

Con estas medidas, el Ejecutivo busca contener un virus que, aunque no representa un riesgo sanitario grave para las personas, amenaza la estabilidad del sector avícola, uno de los pilares de la economía agroalimentaria española.

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