Leiva es uno de los cantantes más exitosos y reconocidos del panorama musical español. Sin embargo, pocos saben que detrás de su mirada se esconde una historia de superación. El artista confesó en un podcast todo lo que aconteció en el accidente que sufrió cuando tenía 12 años que le hizo perder la visión de su ojo izquierdo. Un hecho que le marcó para siempre y que le impulsó a dedicarse a la música.

Miguel Conejo Torres, por todos conocido como Leiva, no suele hablar mucho de su vida personal en las entrevistas. Pero en el podcast Farid y Diego, conducido por dos periodistas mexicanos, se mostró más abierto y relajado que de costumbre. Además de repasar su trayectoria musical, tanto en solitario como con su antigua banda Pereza, el cantante abordó el tema de su ojo de cristal, que siempre había sido objeto de rumores y especulaciones.

Leiva jugaba con una escopeta de perdigones

Leiva explicó que cuando era un niño le gustaba jugar con una escopeta de perdigones, un arma de aire comprimido muy conocida entre los cazadores y con la que muchos comenzamos a iniciarnos en el tiro al blanco. Un día, mientras disparaba con ella, se produjo un accidente que le cambió la vida. «Yo tuve un accidente, muy joven, con 12 años perdí el ojo izquierdo. Fue una cosa muy traumática para mis papás, no para mí», afirmó el artista. «Perdí un ojo con una escopeta de perdigones y automáticamente dejé de ver por el ojo izquierdo para siempre».

El artista contó que en aquel momento no fue consciente de la gravedad de lo que le había pasado. Él solo quería salir del hospital y seguir jugando con sus amigos. «A mí me decían que no veía por un ojo y yo no me podía hacer cargo de esa dimensión, a mí no me cabía eso. Entonces salí a jugar, vi que las tres dimensiones eran diferentes, pero yo quería vivir y quería jugar», recordó.

Su conexión con la música tras el accidente

Sin embargo, con el paso del tiempo, Leiva se dio cuenta de que aquel accidente había tenido un gran impacto en su vida, especialmente en su relación con la música. El cantante explicó que tras el accidente tuvo que pasar por un proceso de adaptación y de aceptación de su nueva realidad. Fue entonces cuando empezó a conectar con la música y a descubrir su vocación. «Y ahora me doy cuenta del poso que ha tenido tan importante ese accidente en mí, con la música. Porque estuve un tiempo en el que pasé por un proceso en el que no podía hacer cosas y tuve que ir tranquilizando mi quietud de todo y empecé a conectar con la música muy pronto. Después de esa cosa tan traumática, probablemente por eso estemos sentados aquí los tres ahora mismo», afirmó.

El accidente de Leiva con una escopeta de perdigones es un caso que recuerda el riesgo que supone el uso de estas armas sin la debida precaución y supervisión. Muchos jóvenes cazadores han empezado a aficionarse al tiro al blanco con estas escopetas, disparando al blanco con la ayuda de un adulto. Sin embargo, si se hace sin una persona que vele por la seguridad en el disparo, puede acarrear accidentes como el que sufrió Leiva. Por eso, es importante que los padres y los cazadores o tiradores experimentados enseñen a los noveles el respeto y la responsabilidad que implica el manejo de cualquier tipo de arma, así como las normas básicas de seguridad y prevención.