La población de ciervos en el Parque Nacional de Doñana ha alcanzado un nivel similar al registrado antes de la sequía de 2005, según un estudio reciente del Programa de Seguimiento de la ICTS Doñana. Actualmente, se estima que hay cerca de 4.000 ciervos en la zona de Coto del Rey, lo que refleja una notable recuperación de la especie. Sin embargo, los expertos advierten que el aumento de la población puede tener consecuencias negativas, ya que podría generar una sobreexplotación del pasto disponible, poniendo en riesgo la estabilidad del ecosistema.

El estudio subraya que el seguimiento continuo es esencial para evitar que el crecimiento descontrolado de la población de ciervos afecte a otros elementos clave del entorno. La escasez de agua, la degradación de la vegetación y el cambio climático son factores que podrían empeorar la situación, por lo que se requiere una gestión cuidadosa del equilibrio ecológico. En este sentido, la conservación de Doñana depende no solo de proteger la fauna, sino también de garantizar la sostenibilidad del entorno en el que habitan estos herbívoros.

Luis Santamaría, investigador de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y líder del Grupo de Ecología Espacial, señala que la población de ciervos ha mostrado una tendencia de crecimiento constante desde la sequía de 2005, cuando la abundancia cayó drásticamente. A partir de 2014, la población de ciervos en Doñana se ha estabilizado alrededor de los 4.000 ejemplares, incluso durante la sequía de los últimos dos años y medio, según datos del IREC y la ICTS Doñana.

Un macho de ciervo ibérico. © Shutterstock.

Un paraíso para los ciervos

El aumento de la población de ciervos en Doñana parece estar impulsado por las óptimas condiciones del Coto del Rey, una zona al norte de El Rocío con bosque mediterráneo. Según Francisco Carro, responsable del seguimiento de ciervos en la ICTS Doñana, la falta de ganado en esta área ha generado más pasto, reduciendo la competencia y favoreciendo a los ciervos. Este otoño, los censos indican un notable incremento en la abundancia de la especie, con la segunda mayor densidad registrada en los recorridos anuales (25,5 contactos/km).


Europa investiga por vía urgente el desastre provocado por ciervos y jabalíes en Cabañeros tras prohibir su caza


Además de los ciervos, otras especies como los jabalíes y los gamos también son objeto de estudio para evaluar su impacto en el ecosistema. El monitoreo de estas especies permitirá a los expertos diseñar estrategias que protejan la biodiversidad del parque y aseguren su preservación a largo plazo. Este seguimiento es crucial para entender cómo los ecosistemas pueden adaptarse a los desafíos ambientales actuales. El informe destaca la importancia de preservar el equilibrio entre las necesidades de la fauna local y la conservación del hábitat.

La prohibición de la caza en Parques Nacionales que afecta a especies protegidas

La prohibición de la caza en los parques nacionales españoles como el de Doñana fue un hito de la agenda ecologista anticaza. La Ley de Parques Nacionales 30/2014, que entró en vigor en España en 2014, estableció una moratoria de seis años para la caza en estas áreas protegidas. Con la expiración de este periodo en diciembre de 2020, la caza fue definitivamente prohibida, a pesar de que la Comisión Europea ya había aclarado en una carta a la Oficina Nacional de la Caza que la actividad cinegética era compatible con las directivas Hábitats y Aves y «puede ser una herramienta para ayudar a lograr los objetivos de conservación de la Red Natura 2000».

Sin embargo, la agenda política anticaza siguió adelante y, desde entonces, los jabalíes y otros ungulados han proliferado y causado estragos en las poblaciones de aves, devastando, en el caso de Doñana, aproximadamente 1.000 huevos y pollos de especies protegidas como el morito común y la garza imperial en solo una semana.

Sobre el autor