La intervención del Seprona en la siguiente finca privada acabó convirtiéndose en una de las escenas más comentadas. Un vecino fue sorprendido tras levantar una piscina sin autorización, pese a que había solicitado permiso municipal para construir una simple balsa de riego. La situación, registrada por las cámaras del programa Seprona en acción de DMAX, dejó un momento tan absurdo como hilarante.
Cuando los agentes llegaron al lugar, encontraron una estructura de hormigón perfectamente acabada, con escaleras metálicas, depuradora y respiraderos. Nada que se pareciera a una instalación agrícola. El propietario, sin embargo, insistía en su versión, intentando convencer a los guardias de que aquello serviría para regar los cultivos.
El agente a cargo de la inspección, tras escuchar las explicaciones, zanjó el asunto con ironía: «Yo veo una piscina. Los materiales de construcción son de una piscina. No de una balsa de riego. ¿Te ríes? Normal que te rías. Yo me río también». La frase, acompañada de una carcajada compartida, se volvió viral en redes sociales y resume la incredulidad general ante la excusa del infractor.
Un intento de justificación imposible
Lejos de reconocer la infracción, el hombre trató de sostener su argumento alegando que las escaleras eran «para limpiarla» y que los respiraderos servían para «vaciar» el vaso. Sin embargo, los propios agentes desmontaron fácilmente la coartada: los elementos correspondían a un sistema de depuración, algo innecesario en una infraestructura agrícola.
El Seprona confirmó después que el Ayuntamiento solo había concedido permiso para una balsa destinada al riego, y no para una piscina de uso recreativo. «Lo que el ayuntamiento nos traslada es la autorización que hay que es para construir una balsa de riego. Entonces una cosa es una balsa de riego y otra una piscina. La piscina entendemos que no tiene cabida», explicó el agente frente a las cámaras.
Una escena viral con trasfondo serio
Aunque el episodio haya generado humor en redes, el caso refleja un problema habitual en el medio rural: la construcción de infraestructuras no autorizadas que terminan afectando al paisaje y al uso del suelo. En este sentido, el Seprona insiste en que su labor no solo busca sancionar, sino también proteger el entorno y evitar abusos urbanísticos.
El vídeo, difundido por DMAX, ha sido ampliamente compartido en plataformas como Instagram y X, donde miles de usuarios han comentado la picaresca de la situación y la paciencia del agente. Una historia que, pese a su tono cómico, pone de relieve la importancia del control ambiental y la vigilancia sobre los terrenos rústicos.








