Cualquier pescador puede presumir de haber encontrado objetos de lo más curioso, pero lo del protagonista de esta noticia se lleva el premio a la historia más insólita.
11/5/2017 | Redacción JyS

El pescador, Andrew Davies, junto al experto restaurador. / Wales Online
El pescador, Andrew Davies, junto al experto restaurador. / Wales Online

Andrew Davies, se encontraba pasando una jornada de pesca en el río Towy, en Gales, cuando de repente sacó del agua algo inesperado. Se trataba de una espada antiquísima -según los expertos data del siglo XVIII-. “Estaba en mi embarcación y cuando fui a sacar la red del agua vi la espada”, asegura Davies a Wales Online.
Al día siguiente, Davies llevó el acero al Museo Carmarthenshire donde el restaurador Gavin Evans empezó a investigar sobre su origen; además envió imágenes a otro museo de Londres para contrastar información. El experto afirma al medio anteriormente mencionado que no ha recibido respuesta del otro museo londinense pero que “la espada es de origen asiático, de Malasia, en el sudeste de Asia”.
Lo que nadie de la región se explica todavía es cómo llegó hasta ese punto del río el arma. Las hipótesis están siendo de lo más variopintas: se conjetura que sea un arma utilizada en un crimen hasta que alguien la haya perdido. Por su parte Evans asegura que la espada ha estado durante mucho tiempo enterrada por el lecho del río, y de ahí su buen estado de conservación.