El Parque Nacional de Doñana, conocido por su rica biodiversidad y su papel crucial en la conservación de especies en peligro, enfrenta una nueva amenaza: la proliferación de perros asilvestrados. Desde mastines esqueléticos hasta canes de otras razas de menor talla infectados de garrapatas, estos animales, algunos presuntamente abandonados por dueños sin escrúpulos, se han adaptado a la vida silvestre y ahora vagan libremente por el parque.

Sin embargo, tras la aprobación de la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales que blinda a los perros asilvestrados no permitiendo su control, poco puede hacerse.

Una situación preocupante

Un reciente estudio titulado ‘Perros cimarrones en el Parque Nacional de Doñana. Un estudio usando fototrampeo, ciencia ciudadana e inteligencia artificial’ ha revelado la magnitud de este problema.

Uno de los canes fotografiados en el estudio.

El trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Huelva, alerta sobre la presencia de perros en Doñana y su impacto negativo en la biodiversidad. Los perros domésticos que deambulan por sus hábitats naturales, representan una grave amenaza para la vida silvestre, aumentando la presión de depredación, el riesgo de enfermedades y alterando el equilibrio ecológico de los ecosistemas.


Pillan a cinco furtivos con perros en Doñana utilizando cámaras trampa e inteligencia artificial


Por su parte la asociación onubense ‘El Burrito Feliz’ ha alertado sobre el preocupante aumento de canes abandonados en Doñana. Muchos de estos perros se encuentran en un estado físico deplorable, descansando durante el día en arroyos y zonas de bosque tupido, y saliendo a cazar por la noche para alimentarse.

Dos perros corren tras un grupo de aves acuáticas en Doñana.

Luis Bejarano, presidente de ‘El Burrito Feliz’, destaca en declaraciones que recoge ABC que algunos de estos perros asilvestrados actúan directamente en zonas de vida y reproducción de los linces ibéricos, una especie en peligro de extinción. Las hembras de lince que se desplazan con sus crías están particularmente en riesgo, ya que los perros pueden atacar y matar a los cachorros.

En colaboración con la organización ‘Mujeres por Doñana’, ‘El Burrito Feliz’ ha logrado capturar a varios grupos de perros abandonados, atrayéndolos con agua fresca. Tras el rescate, estos animales han sido trasladados a protectoras de animales en la provincia de Huelva.

Soluciones propuestas

Bejarano subraya que la solución a este problema radica en un control más estricto de los microchips en los perros. Según él, los ayuntamientos deben tomarse en serio esta medida para evitar que personas sin escrúpulos sigan abandonando perros en Doñana y otros lugares. Además, considera prioritario el control inmediato de las razas peligrosas, no solo en cuanto a su identificación por microchip, sino también en la verificación de la capacitación real de los dueños para tener un animal de estas características y la tenencia de un seguro de responsabilidad.

La asociación planea solicitar a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Huelva que exija a cada alcalde de los pueblos del entorno de Doñana una relación detallada de los perros sin microchips en cada término municipal. Esta medida, según Bejarano, ayudaría a combatir la imagen negativa de una Doñana donde sobreviven perros famélicos y acuciados por el hambre y la sed, además de facilitar la supervivencia de reptiles, aves, erizos y, especialmente, de los linces. En un periodo de tiempo relativamente corto, seis de estos felinos han muerto por ataques de perros, según documentan los investigadores.

Sobre el autor