El 16 de agosto, durante las fiestas patronales de Las Fraguas (Soria), varios vecinos dieron la voz de alarma al sorprender a una pareja en una furgoneta que presuntamente había abatido a un venado en el interior de su coto. La rápida reacción de los testigos permitió avisar a la Guardia Civil, aunque los sospechosos abandonaron el lugar sin ser identificados en un primer momento.
La patrulla del Seprona de Almazán inició la búsqueda de la furgoneta, que fue localizada poco después. En el interior se hallaron restos y evidencias que relacionaban directamente a los ocupantes, un hombre y una mujer, con la muerte del animal y el transporte ilegal de su cabeza como trofeo.
Un delito contra la fauna
El hombre ha sido investigado como presunto autor de un delito contra la flora y la fauna tipificado en el artículo 335 del Código Penal. La ley prevé multas de ocho a doce meses e inhabilitación especial para cazar o pescar de dos a cinco años. Además, tanto él como su acompañante han sido denunciados administrativamente por diversas infracciones a la Ley de Caza y de Gestión Sostenible de Castilla y León.
Las sanciones podrían alcanzar los 10.000 euros por persona, la retirada de la licencia de caza y la prohibición de obtenerla durante un plazo de entre uno y tres años. A ello se suma la obligación de indemnizar al coto con 5.000 euros por el valor del ciervo abatido en plena veda.
Colaboración ciudadana decisiva
La actuación se desencadenó gracias a la colaboración vecinal, que resultó clave para identificar a los responsables. La Guardia Civil ha recordado en este sentido la importancia de comunicar de inmediato cualquier actividad sospechosa relacionada con el furtivismo.
Para facilitar esa colaboración existe la aplicación Alertcops, un servicio gratuito que conecta directamente al ciudadano con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Permite dar aviso rápido y preciso de situaciones delictivas o de riesgo, así como recibir alertas en zonas afectadas por incidencias.
La Guardia Civil insiste en la necesidad de respetar la legislación vigente y los periodos de veda, fundamentales para la conservación de la fauna y el equilibrio de los ecosistemas. Recuerda, además, que estos comportamientos ilegales perjudican a los cotos, a los cazadores que cumplen la normativa y a la sociedad en su conjunto.
