El flujo migratorio de la paloma torcaz vuelve a dispararse sobre el oeste de Europa. Los datos de los observatorios de Fort de Socoa (Ciboure, Francia) y Goldcliff Lagoons (Gales) confirman un nuevo golpe migratorio de gran magnitud, con más de 630.000 aves contabilizadas entre el 8 y el 10 de noviembre. La mayor parte de estos contingentes se dirige al sur, siguiendo la ruta atlántica hacia España y Portugal. Unidas a las más de 400.000 que ya han atravesado los pasos tradicionales, estamos ante un paso en los últimos días que podría superar el millón de torcaces.
Las cifras, que se suman a los intensos pasos de finales de octubre, sugieren que más de un millón de palomas torcaces podrían haber emprendido ya su desplazamiento otoñal hacia la península. El fenómeno marca una de las fases más intensas de la migración de 2025 y anuncia la inminente entrada de nuevos bandos en territorio español.
Récord en Fort de Socoa
El observatorio de Fort de Socoa, situado en la localidad vascofrancesa de Ciboure, registró el 10 de noviembre un total de 389.000 ejemplares, una cifra excepcional que lo convierte en el punto más activo de Europa en los últimos días. La magnitud del paso ha sorprendido incluso a los propios observadores, que destacan la continuidad de los vuelos durante horas.
El fenómeno no se limita al suroeste francés. En Goldcliff Lagoons (Gwent, Gales), se contaron 242.160 torcaces el 8 de noviembre, lo que indica que las grandes masas de aves continúan avanzando desde las Islas Británicas hacia el continente antes de proseguir su ruta hacia el sur.
Según los responsables de estos recuentos, las condiciones meteorológicas han sido determinantes. Los vientos de componente norte y noreste, junto con cielos despejados, han favorecido el desplazamiento masivo de las torcaces, que aprovechan cada ventana de estabilidad para cruzar largas distancias en pocas horas.
Una entrada inminente por el norte peninsular
Todo apunta a que estas palomas están a punto de atravesar los Pirineos. Los principales pasos de migración —Etxalar, Roncesvalles, Valcarlos o Urdax— podrían registrar en los próximos días un incremento notable de actividad si el tiempo se mantiene estable. Las temperaturas en descenso y el viento del norte crearán un escenario ideal para la llegada del grueso de la migración.
Este nuevo golpe migratorio se produce apenas dos semanas después del primer gran movimiento detectado a finales de octubre, cuando miles de torcaces cruzaron ya el norte peninsular. La suma de ambos episodios eleva las cifras totales a niveles bastante altos, lo que sugiere una temporada de paso que alcanzará su punto álgido en breve.
Los observatorios y aficionados permanecen atentos. Si el flujo continúa, no se descarta que los próximos días de noviembre concentren el mayor número de palomas torcaces del otoño sobre el cielo ibérico.
