Una familia tuvo una experiencia aterradora cuando un oso entró en su casa y se negó a irse a pesar de sus mejores esfuerzos para asustar al animal. Según ha informado la Policía de Canadá, el oso entró en la vivienda y se paseó por las habitaciones asustando a los inquilinos con su presencia.

25/8/2017 | eleconomista.es 

Oso puñetazos
Oso mordiendo el cristal. / Imagen: Policía de Canadá.

La familia se encerró en una misma habitación para evitar incidentes; mientras un amigo fue a ayudarlos gritando, golpeando ollas y sartenes, en un intento por asustar al oso y esperar que saliera de la casa. Llegó un momento en que el amigo y el oso se encontraban en una situación comprometida, con el oso detenido con medio cuerpo fuera de la casa y el resto en el interior de la vivienda.

El amigo de la familia finalmente pudo golpear la nariz del oso, haciéndolo retroceder para finalmente poder cerrar la puerta corredera. El animal quedó encerrado en la terraza de la casa y empezó a morder y clavar sus garras en el cristal.

Oso mordiendo el cristal. / Imagen: Policía de Canadá.

Sacrificaron al animal por su comportamiento agresivo

Finalmente la policía pudo asustar al oso con bocinas y lanzando agua sobre él. Poco después, sin embargo, el oso volvió a la casa y trató de abrir la puerta del garaje y persiguió a un hombre por la calle antes de que pudiera entrar en su coche. Después de establecer contacto con Conservation, una protectora, se determinó que debido a las acciones agresivas del oso y que no tenía miedo a las personas, necesitaba ser sacrificado.

Más tarde pudieron determinar que era un oso adulto que pesaba aproximadamente 113 kilogramos sin ningún signo de enfermedades que pudiera explicar su descarado comportamiento.