El hombre había conseguido abatir el trofeo para el que tenía el permiso correspondiente del Principado de Asturias. Pero al llegar a él se encontró con una competidora con la que no contaba.
20/6/2017 | Redacción JyS
Según publica elcomercio.es, un cazador madrileño se encontraba recechando un rebeco junto a guardas rurales en el paraje de Peña Caranga, en el término municipal de Proaza (Asturias). De pronto, un bonito ejemplar se les puso a tiro y el cazador no lo dudó. Se apoyó, apuntó y disparó sobre el animal. El disparo alcanzó su objetivo, pero el rebeco huyó.
En ese momento comenzaron a pistear al animal, pero cuando estaban realizando esa tarea se cruzaron en su camino tres oseznos. Ante el encontronazo los cazadores decidieron retirarse un poco para no asustar a las crías, dejándolas que continuasen su camino. Tras esperar un tiempo prudencial retomaron el pisteo.
Sin embargo, unos metros más allá con lo que se encontraron esta vez fue con la madre. La osa había olido la pieza y había conseguido llegar hasta ella antes que los cazadores. Ante la presencia de estos, tal y como relata el citado medio, el animal les dejó muy claro de quien era ahora la presa.