La Guardia Civil ha culminado la operación ‘Atrax’, una amplia campaña a nivel nacional destinada a combatir el uso de veneno y otros métodos ilegales en el medio rural. El dispositivo, desarrollado por el SEPRONA y el Servicio Cinológico, ha sacado a la luz una realidad preocupante: lamentablemente el uso de cebos envenenados y trampas prohibidas aún sigue existiendo en algunos puntos del país.

Durante la fase de ejecución, los agentes realizaron 509 inspecciones en explotaciones rústicas, además de 202 controles adicionales. El resultado ha sido contundente: 62 personas detenidas o investigadas, 91 infracciones penales y 351 administrativas, la mayoría relacionadas con delitos contra la fauna y la normativa de espacios protegidos.

Las actuaciones se centraron tanto en la prevención y disuasión como en la investigación de sucesos concretos de especial relevancia. Los agentes encontraron desde cebos envenenados hasta trampas mecánicas, pasando por productos fitosanitarios prohibidos empleados para elaborar venenos.

© Guardia Civil

Métodos ilegales y especies protegidas afectadas

Uno de los principales objetivos de la operación fue eliminar del medio natural los métodos de captura no selectivos, que causan daños indiscriminados en el ecosistema. En total se han intervenido 100 cebos envenenados, 669 medios de captura prohibidos —entre ellos 215 lazos, 44 cepos y más de 300 trampas tipo costilla, percha o loseta—, además de 230 kilos de fitosanitarios no autorizados. También se incautaron ocho armas de fuego y once accesorios prohibidos, como silenciadores y visores térmicos.

Las consecuencias para la fauna han sido devastadoras. La Guardia Civil ha contabilizado 665 animales muertos, el 91% de ellos aves. Entre las víctimas se encuentran tres águilas imperiales, 35 milanos reales, cuatro buitres negros y un águila real, todas ellas especies protegidas. Estos hallazgos confirman la magnitud del problema y la lamentable persistencia del uso de veneno como método furtivo en el campo español.

Operaciones destacadas por provincias

En Alicante, los agentes retiraron más de 400 pastillas de rodenticida en una finca de El Bacarao, donde hallaron cadáveres de conejos y una abubilla. Tres personas fueron investigadas. En Málaga, se localizaron 44 lazos en un paraje de Antequera con dos zorros atrapados; los responsables fueron identificados y también investigados.

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En Badajoz, la Guardia Civil descubrió 134 cepos tipo ballesta en Castuera, con varias aves protegidas ya capturadas. En Huelva se intervinieron 140 trampas ilegales y una carabina sin documentación. En Teruel, dentro de la operación ‘Locusta’, se hallaron 32 cadáveres de milanos negros y uno de milano real, todos con signos de envenenamiento. Y en Cantabria un hombre fue investigado por capturar aves rapaces con cepos.

Una amenaza para la biodiversidad

El uso de venenos y trampas ilegales sigue siendo una grave amenaza para la biodiversidad española. Estas prácticas afectan a todo el ecosistema y pueden incluso tener consecuencias para la salud humana. La Guardia Civil recuerda que la colaboración ciudadana es clave para detectar y denunciar este tipo de delitos.

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La institución asegura que continuará intensificando la lucha contra los métodos prohibidos mediante nuevas campañas de inspección y refuerzo de los equipos caninos especializados en la detección de cebos envenenados. La experiencia acumulada y la concienciación social, subrayan, han sido fundamentales para lograr los avances alcanzados en los últimos años.

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