El hallazgo de dos nuevos focos secundarios de peste porcina africana (PPA) en jabalíes silvestres en Cataluña eleva a siete los confirmados desde que comenzó el episodio sanitario. Los servicios veterinarios oficiales han localizado estos focos en áreas próximas a los ya detectados, dentro del perímetro considerado de mayor riesgo.
Ambos casos, con dos y un animal afectado respectivamente, se sitúan en el radio de 20 kilómetros que delimita la Zona Infectada. En este espacio, además de los jabalíes positivos, se han analizado otros 115 animales encontrados muertos en el medio natural o en infraestructuras viarias, todos ellos con resultado negativo. El análisis se realiza de manera continua para delimitar la extensión real del virus.
La detección de estos focos ha sido posible gracias al trabajo sobre el terreno del Cuerpo de Agentes Rurales, junto a UME, SEPRONA, Mossos d’Esquadra y policías locales. Equipos mixtos rastrean diariamente la zona, localizan cadáveres de jabalíes, controlan accesos no autorizados e instauran protocolos de desinfección para personas y vehículos que transiten por el área restringida.

Refuerzo de controles en explotaciones y vigilancia en campo
Las autoridades mantienen también un seguimiento constante en las 55 explotaciones porcinas incluidas en la Zona Infectada. Los servicios veterinarios inspeccionan medidas de bioseguridad, verifican movimientos y realizan muestreos cuando es necesario. Hasta ahora no se ha detectado ninguna sintomatología compatible con la enfermedad en estas granjas, lo que permite conservar la actividad dentro de los parámetros de seguridad.
La PPA afecta a suidos domésticos y silvestres, pero no tiene impacto sobre la salud humana. El Ministerio de Agricultura recuerda que se trata de una enfermedad no zoonósica, por lo que el consumo de productos derivados del cerdo no implica riesgo. Sin embargo, el virus puede extenderse con rapidez entre animales si no se aplican medidas estrictas de contención.
Llamamiento a la bioseguridad y comunicación de sospechas
El Ministerio insiste en que la situación obliga a extremar la bioseguridad en todo el sector, desde explotaciones hasta transporte de animales. Subrayan que «resulta necesario extremar las medidas de bioseguridad en todas las explotaciones de ganado porcino y jabalíes, y en el transporte de animales de esta especie». Las comunidades autónomas mantienen activo el sistema de vigilancia pasiva y recuerdan la obligación de comunicar cualquier sospecha en jabalíes silvestres o en granjas.
Mientras continúan las labores de control, la prioridad sigue siendo evitar la dispersión del virus y reforzar la coordinación entre administraciones y sector ganadero. Los próximos días serán clave para valorar la evolución de los focos en una zona que sigue bajo máxima atención.








