Inverosímil, pero real. Esta joven de tan sólo 14 años consiguió hacer un doblete de ciervos con una sola flecha. Esta es su historia.
10/11/2019 | Redacción JyS
Una niña estadounidense de tan sólo 14 años ha conseguido todo un hito a pesar de su corta edad: cazar dos ciervos con una sola flecha. Se llama Matiah Christensen y lo hizo con su ballesta hace unos días en Green Bay, en el estado estadounidense de Wisconsin. «Al principio no pensé que había cazado dos de golpe, pero cuando lo vi me quedé en estado de shock», señaló la joven estudiante de octavo grado en la Escuela Católica St. Bernard al medio News 5.
Todo ocurrió de la siguiente forma: al principio uno de los ciervos se paseó por delante de su puesto, pero valoraron que era mejor no abatirlo debido a que era pequeño. Al cabo de una hora, apareció otro de ocho puntas delante de la joven, por lo que no se lo pensó dos veces… aunque no se percató que tras él venía el pequeño ciervo anterior.
«Cuando lo apunté, disparé y no sabíamos qué había pasado, porque ambos ciervos corrieron en distintas direcciones», explicó al citado medio Christensen. Al seguir el rastro de sangre, encontró en primer lugar el ciervo pequeño, entristeciéndose la joven «porque no era el que quería abatir». Para su sorpresa, al seguir el otro rastro de sangre dio con el ciervo de ocho puntas: «Había que verlo para creerlo», exclamó a News 5.
Aunque solamente tenía un precinto, el Departamento de Recursos Naturales del estado entendió lo que ocurrió y ya planea exhibir las cornamentas de ambos ejemplares junto con la flecha utilizada por la joven Christensen.
El niño que abatió un ciervo a casi 1.300 metros
Danner Davidson, hijo del propietario de la empresa de rifles para caza a larga distancia Gunwerks, Aaron Davidson, realizó un disparo que ha dejado sin palabras a medio mundo. Danner tan sólo tenía 12 años y fue capaz de acertar a un ciervo canadiense o wapatí a 1.258 metros con un rifle Gunwerks calibre 7mm Remington Magnum. Este es el vídeo.
Por último, recordamos el vídeo viral en el que un niño comienza a temblar después de cazar su primer ciervo… y no precisamente de miedo.
