Un apicultor del Bierzo Alto (León) se llevó una desagradable sorpresa al acudir a apagar un pastor eléctrico en una de sus fincas. Al abrir una caja para desconectarlo, descubrió en su interior un nido en fase inicial de avispa asiática (Vespa velutina), acompañado de su reina. El suceso fue compartido por la empresa apícola La Reina Negra, ubicada en Pobladura de las Regueras, y rápidamente se hizo viral en redes sociales, generando preocupación por el avance de esta especie invasora en zonas rurales.
En el vídeo difundido en su página de Facebook, se observa con claridad el diminuto avispero adherido a un cable y la presencia de la reina velutina. Desde la empresa lanzaron un mensaje claro y directo a quienes viven en entornos rurales: «Si tienes jardín con árboles o fincas… pon una trampa, puedes hacerla con cosas que tienes en casa y todas las reinas que se capturen ahora serán menos nidos en verano y de ayuda para tod@s».
Una amenaza creciente para la biodiversidad
La avispa asiática es una especie invasora originaria del sudeste asiático que llegó a Europa en 2004 y ha ido expandiéndose rápidamente, especialmente por el norte peninsular. Su peligrosidad radica en su comportamiento depredador: se alimenta en gran parte de abejas melíferas, lo que pone en jaque a la apicultura y a la polinización natural. Una sola colonia puede destruir miles de abejas en una temporada.
Además, la velutina puede construir nidos de grandes dimensiones, tanto en árboles como en estructuras artificiales. Estos nidos albergan a miles de ejemplares, lo que incrementa el riesgo para la población.
El hallazgo de una reina fundadora activa en pleno mes de mayo, cuando fue compartido el vídeo, indica que la temporada reproductiva ya había comenzado y que es a partir de ese momento cuando pueden comenzar a colocar trampas para capturarlas antes de que establezcan nidos definitivos. De ahí el llamamiento de La Reina Negra.
El gallego que combate a las velutinas con trampas caseras
El caso del apicultor berciano no es aislado. En Ferrol, Victoriano Urgorri, catedrático emérito de Zoología Marina, vive desde hace tiempo una auténtica cruzada contra estas avispas. Tras una invasión provocada por el calor y las uvas maduras de su parra, decidió fabricar trampas caseras para combatirlas. Su método se ha popularizado por su eficacia.

Urgorri construye las trampas con botellas de plástico que contienen una mezcla de vino blanco, cerveza negra, azúcar y zumo de arándano. Este cóctel dulce y fermentado atrae a las avispas, que quedan atrapadas en el interior y no pueden salir. En tan solo una semana llegó a capturar más de 200 ejemplares en su jardín. «Siempre muevo un poco la botella para que salpique el interior, y que ese olor las atraiga y una vez que entran ya no saben salir», explicaba en declaraciones a La Voz de Galicia.
La sencillez del sistema y su efectividad han hecho que muchos particulares se animen a fabricar sus propias trampas para proteger sus colmenas, jardines y fincas.









