El sector agrícola vuelve a mirar hacia Alemania. La Nexat, aquella máquina que en 2023 parecía un experimento futurista más propio de una feria tecnológica que de un campo real, ha dado un salto notable. Presentada por primera vez en Agritechnica como un prototipo modular, hoy funciona como un sistema operativo completo desplegado en distintos países y con más de veinte unidades en servicio.
La evolución ha sido rápida. Lo que llamó la atención en su día por su tamaño, su diseño poco convencional y su estructura adaptable se ha transformado en una plataforma de trabajo que combina automatización, eficiencia y reducción del impacto sobre el suelo. Los resultados no son solo promesas. La empresa asegura que la máquina ya trabaja en tres continentes y que continúa sumando usuarios.
Agritechnica volvió a ser el escenario donde la Nexat reunió multitudes. Miles de visitantes se acercaron al stand para ver de cerca este vehículo de gran porte, que algunos compararon con un «transformer» por su capacidad de acoplar módulos en pocos minutos. Pero detrás de las fotos y el asombro hay un proyecto industrial que se acerca a su madurez.
Una plataforma que crece fuera del prototipo
Welf von Plato, CEO y cofundador de Nexat, insiste en que la máquina debe entenderse como un proceso más que como un simple equipo. «No pensamos en una máquina, sino en un proceso completo», explica. Desde la siembra al cultivo mecánico, pasando por la protección de cultivos o la cosecha, el sistema modular funciona durante todo el año sobre un único portador.
Ese enfoque ha permitido a la compañía asociarse con fabricantes especializados para completar los módulos de la plataforma. En el caso de la cosecha de girasol, por ejemplo, cuentan con un cabezal desarrollado por la empresa argentina Franco Fabril, con sede en Arias (Córdoba). La firma cordobesa ha sido señalada como «socio global» y destaca el salto tecnológico logrado gracias a esta colaboración directa con los ingenieros alemanes.

Nexat también ha comenzado a mostrar avances en autonomía. La empresa avanza en versiones sin cabina y afirma que la plataforma puede trabajar sin ningún operador a bordo. «Podemos picar, cosechar, sembrar o aplicar protección de cultivos sin ningún operador arriba de la máquina», confirma von Plato en declaraciones que recoge el medio Bichos del Campo.
Una apuesta por automatización y sustentabilidad
La compañía asegura que el tráfico controlado forma parte esencial de su propuesta. El portador circula siempre por los mismos carriles, reduciendo la compactación del suelo y permitiendo aprovechar mejor la superficie productiva. A esto se suman sistemas de automatización e inteligencia artificial que ayudan a anticipar fallos y gestionar parámetros de uso.
Aun así, quedan interrogantes. Las dudas sobre transporte, costos, repuestos, logística de mantenimiento y formación de operadores siguen sin respuestas públicas. Son cuestiones clave para cualquier plataforma de gran escala que pretenda abrirse paso fuera de Europa.
Von Plato evita prometer desembarcos inmediatos en países donde aún no operan, aunque reconoce el interés internacional. «Por supuesto que Argentina está en nuestra hoja de ruta. Pero hoy nuestra estrategia es consolidar los mercados actuales. Manténgannos en la mira: estaremos por allí pronto», señala.
La Nexat ha pasado del asombro inicial a un escenario de expansión real. Si será la máquina que marque el futuro de la mecanización agrícola o una herramienta más en el catálogo global es todavía una pregunta abierta. Pero su avance en apenas dos años obliga a seguirla de cerca.








