Matar una mascota «sin motivo legítimo» en Portugal puede suponer desde ahora penas de cárcel de entre seis meses y dos años e incluso más si hay «perversidad» en el acto. La novedad es resultado de una modificación a la norma que condena los malos tratos a mascotas como perros, gatos o hurones, aprobada en 2014.
Teniendo en cuenta la nueva legislación, en vigor desde finales de agosto, quien acabe con la vida de un animal de compañía en Portugal sin motivo justificado o legítimo, incurre en un delito que prevé castigos que van desde los seis meses hasta los dos años de prisión, si bien también permite que la sentencia acabe en multas.
Además, el texto –que recoge Efe– eleva en un tercio las penas si la muerte del animal se produce «en circunstancias de especial censura o perversidad». Este elemento de «perversidad» también se tiene en cuenta a partir de ahora para agravar el castigo máximo previsto a quien, sin acabar con la vida de la mascota, inflija «dolor, sufrimiento o cualquier maltrato físico», fijado entre seis meses y un año de prisión, o multas.
Los cambios surgen a propuesta del partido PAN (Personas, Animales y Naturaleza) y del marxista Bloco de Esquerda con el objetivo de evitar que muchos procesos terminaran archivados por lagunas en la ley. Es el caso de Simba, un león de cinco años abatido a tiros por un vecino en 2015, que se juzgó como delito por daños patrimoniales.
Las alteraciones a la norma, además de contemplar penas de prisión en caso de muerte, «agilizan los procesos de socorro a animales de compañía», explicó la diputada del PAN Inês de Sousa Real a medios locales. Las multas que se recauden a partir de ahora por estas situaciones se destinarán en parte a instituciones privadas de uso público o asociaciones que acogen animales abandonados.
En España Podemos mostró su intención de hacer los mismo con animales salvajes
En el texto del acuerdo de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos que salió a la luz el pasado 30 de diciembre se reflejaban aquellas cuestiones que ambos consideran prioritarias para la coalición que formarían. Entre ellas, había algunas relativas al maltrato animal.
El texto decía que «se estudiará la posibilidad de establecer un delito de maltrato de animales salvajes en su medio natural y una revisión de las penas al abandono de animales domésticos». Como ya denunció Jara y Sedal hace dos años, una de las medidas animalistas estrella de la formación de Pablo Iglesias es una reforma del Código Penal que considere el maltrato a los animales salvajes. Tal y como han reconocido expertos juristas a este medio, la propuesta que en su día presentó Unidas Podemos podría considerarse una prohibición encubierta de la caza y de la pesca.