Cuando llega el buen tiempo, miles de personas se lanzan al campo para hacer senderismo, turismo rural o rutas en bicicleta. Y no son pocos los que se encuentran con un mastín o un perro pastor protegiendo un rebaño. ¿Qué hacer si uno de estos imponentes animales se cruza en nuestro camino? Nazaret Martín, joven ganadera de la Sierra de Gata, lo tiene claro y lo ha querido explicar en un vídeo que ha publicado en su canal de YouTube, tras recibir decenas de preguntas sobre este tema por parte de sus seguidores.
La clave, según esta experimentada pastora, es mantener la calma y conocer el comportamiento de estos perros. En su intervención, advierte sobre los errores más comunes que pueden provocar una reacción agresiva en el animal. El primero, según ella, es evidente: «Lo que nunca se puede hacer, bajo ningún concepto, es empezar a correr, ponerse nervioso, empezar a gritar y tirar palos, objetos o piedras… Porque eso fomenta la agresividad del perro».
El mastín no busca la confrontación
Lejos de lo que pueda parecer, los mastines no tienen como objetivo atacar a las personas. Están entrenados y socializados para proteger al ganado frente a posibles amenazas, pero no son perros con instinto de ataque gratuito. Así lo explica Nazaret: «El mastín no busca la confrontación». Y añade con rotundidad: «Con esa actitud puedes fomentar que el perro se ponga agresivo».
Por eso, si en plena ruta te encuentras con uno de estos perros guardianes, lo recomendable es no enfrentarse a él ni mostrar señales de nerviosismo. Nazaret insiste en que si la persona se da la vuelta con tranquilidad y se marcha, es muy poco probable que el animal reaccione con violencia: «Es muy difícil que un mastín te ataque».
Bicis, cachorros y errores comunes

La joven pastora también alerta sobre la práctica cada vez más común de hacer rutas en bicicleta por zonas ganaderas. Según su experiencia, esto puede alterar el comportamiento de los perros: «Los perros se ponen locos con las bicis. Eso sí, cuando te bajas, los míos paran».
Otra recomendación fundamental es no interactuar con los cachorros ni alimentarlos: «No acercarse a los perros, a los cachorros no acercarse tampoco, no echarles de comer, no dar de comer a ningún animal porque si no luego no le sirven al ganadero». Según detalla, se trata de una cuestión de manejo y troquelado: si los perros se humanizan demasiado, dejan de cumplir su función.
Respeto por el mundo rural
Finalmente, Nazaret lanza un mensaje muy claro para quienes se acercan al campo desde un prisma turístico. Advierte que es posible disfrutar del medio rural sin interferir en la vida de quienes trabajan en él: «Siguiendo estas pautas se puede hacer turismo rural, se pueden hacer rutas… sin perjudicar a los que vivimos aquí todo el año ejerciendo los derechos que tenga cada uno».
Su vídeo se ha convertido en una útil guía para excursionistas, ciclistas y amantes del entorno natural que, muchas veces, desconocen las reglas básicas de convivencia con los animales de trabajo que protegen el ganado en nuestros campos.