Una nueva convocatoria de manifestaciones en contra de la actividad cinegética en febrero ha terminado en un estrepitoso fracaso. Organizadas por la Plataforma No a la Caza este domingo 2 de febrero, la mayoría de estas protestas apenas lograron reunir unas pocas decenas de personas, o incluso menos, para exigir la prohibición de una actividad esencial para la gestión del medio natural.

Según la Plataforma, las manifestaciones estaban programadas para llevarse a cabo en 47 ciudades de toda España con el objetivo de visibilizar su rechazo a la caza. Sin embargo, la baja asistencia ha sido la nota predominante en las pocas que lograron realizarse. En algunos casos, la afluencia fue tan reducida que ni siquiera se han difundido imágenes de los actos.

Manifestantes contra la caza en Palma de Mallorca. © Facebook

Madrid y Barcelona, que tradicionalmente son epicentros de este tipo de protestas, no fueron la excepción, evidenciando el escaso respaldo ciudadano a la causa. En la capital, los manifestantes estuvieron dispersos en un amplio espacio, dejando en claro el fracaso de la convocatoria, un contraste notable con las movilizaciones a favor de la caza que han llegado a colapsar la ciudad. Un claro ejemplo es la marcha del 20 de marzo de 2022, en la que más de medio millón de personas tomaron las calles para defender la actividad cinegética.

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Cazadores manifestándose el 20 de marzo en Madrid gracias a las federaciones de caza. © Ángel Vidal

En Burgos la situación animalista fue aún más llamativa, con apenas un grupo de unas veinte personas que precede al coche de la Policía que cierre la protesta.

Marcha en Burgos. © Facebook

En Valladolid, apenas unas decenas de simpatizantes lograron desplegar un par de pancartas, reflejando una vez más la escasa participación en estos eventos.

Protesta en Valladolid. © Facebook

Un nuevo fracaso en toda España

Este patrón se ha repetido en múltiples ciudades del país, confirmando la falta de respaldo a las manifestaciones animalistas en comparación con las multitudinarias movilizaciones en defensa de la caza. Mientras los organizadores esperaban un impacto significativo con su convocatoria, la realidad ha dejado claro que la opinión pública no comparte mayoritariamente su postura.

La caza sigue siendo un tema de debate en España, con posturas encontradas entre quienes la ven como una actividad fundamental para el control de especies y la economía rural, y quienes abogan por su prohibición total. Sin embargo, los datos de asistencia a estas protestas sugieren que, al menos por ahora, la oposición a la caza no logra generar el apoyo masivo que sus organizadores esperaban.

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