La gripe aviar ha vuelto a situarse en el centro del debate ambiental en la Comunidad de Madrid tras un episodio que ha encendido todas las alarmas. La aparición de cientos de cigüeñas muertas en el entorno del río Manzanares ha llevado al Ejecutivo regional a activar nuevas medidas de prevención ante el riesgo de propagación del virus.

En los últimos días se han localizado numerosas aves muertas en el tramo del Manzanares que discurre por Perales del Río y La Marañosa, dentro del término municipal de Getafe. El hallazgo ha tenido un fuerte impacto social y ha reabierto el debate sobre la gestión de este tipo de emergencias sanitarias en fauna silvestre.

Nuevos focos confirmados en varios municipios

Ante esta situación, la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior ha publicado este lunes, 15 de diciembre, una Resolución por la que se establecen medidas sanitarias específicas para prevenir la difusión de la influenza aviar en toda la región. El documento recoge de forma expresa la existencia de nuevos focos confirmados en aves silvestres.

Según detalla la propia Consejería, el 11 de diciembre de 2025 «se han confirmado cuatro nuevos focos en aves silvestres en Getafe-Perales del Río, Boadilla del Monte, Arganda del Rey y Rivas-Vaciamadrid». Estos positivos se suman a los detectados con anterioridad y consolidan un escenario de especial vigilancia en distintos puntos del territorio madrileño.

La Resolución incide en que la situación actual no es aislada y se enmarca en un contexto europeo más amplio, con un notable aumento de casos durante los últimos meses en países situados más al norte.

El papel de las aves migratorias

Desde la administración regional explican que el incremento de focos está directamente relacionado con los movimientos migratorios propios de esta época del año. «Desde mediados de octubre se incrementó notablemente el número de focos en aves de corral y silvestres notificados en los países de centro y norte de Europa, territorios desde los cuales un gran número de aves migratorias se desplazan hacia España con la próxima llegada del invierno, lo que supone un factor determinante para la introducción del virus en España», señalan en la Resolución.

Por este motivo, las medidas sanitarias adoptadas tendrán carácter temporal pero estricto y permanecerán en vigor hasta el 11 de enero de 2026. El objetivo es reducir al máximo el riesgo de propagación del virus, tanto en fauna silvestre como en explotaciones avícolas, durante un periodo especialmente sensible.

La Consejería no descarta prorrogar o reforzar estas medidas si la evolución de los focos así lo aconseja en las próximas semanas.

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