El verano de 2025 está dejando una huella imborrable en Galicia. Los incendios forestales han arrasado miles de hectáreas de monte y pasto, obligando a evacuar a comunidades enteras y dejando tras de sí un paisaje negro y un profundo sentimiento de pérdida. Entre la destrucción surgen, sin embargo, ejemplos de humanidad y compromiso con la tierra.
Uno de ellos lo protagoniza Lucía Casal, una joven ganadera gallega que ha decidido volcarse con sus vecinos. Desde sus redes sociales ha compartido un mensaje claro: ofrecer alimento para los animales de quienes lo han perdido todo. «Gente, lo vuelvo a decir: a todo aquel que necesite comida para los animales, en este caso hierba seca, nosotros podemos donarla», afirma en un vídeo que se ha viralizado en pocas horas.
La iniciativa de Casal no es un hecho aislado, sino una muestra del espíritu comunitario que late en el rural gallego cada vez que la tragedia golpea con fuerza.
Una catástrofe sin precedentes
Solo en agosto han ardido más de 350.000 hectáreas en el noroeste peninsular, con Ourense como epicentro de la devastación: al menos 50.000 hectáreas de monte y pasto han desaparecido bajo las llamas. Las consecuencias son dramáticas: viviendas reducidas a cenizas, cosechas arruinadas y explotaciones ganaderas al borde del colapso.
El impacto ecológico tampoco tiene precedentes. Bosques enteros han desaparecido y especies animales que formaban parte del ecosistema han muerto atrapadas o han tenido que huir en busca de refugio. Una fotografía desoladora que pone en evidencia la fragilidad del territorio frente al cambio climático.
El campo se organiza
Mientras los equipos de emergencia trabajan sin descanso, la primera respuesta nace entre los propios afectados. Ganaderos con reservas de forraje han comenzado a repartir entre vecinos que se han quedado sin recursos para alimentar a su ganado.
En este marco se sitúa la propuesta de Casal, que resume en una frase la esencia de la solidaridad rural: «Entre ganaderos nos tenemos que ayudar». Su ofrecimiento se une a las múltiples redes espontáneas que se han creado en Galicia, donde incluso ayuntamientos y asociaciones han abierto cuentas solidarias para canalizar donaciones.
Mucho más que alimento para los animales
El gesto de la joven simboliza la fuerza de las comunidades rurales y la importancia de mantener vivos los lazos de apoyo mutuo. No se trata solo de donar hierba seca, sino de ofrecer esperanza a quienes sienten que lo han perdido todo.
Casal lo deja claro en su mensaje: «Si sabéis de alguien o eres tú el que necesita comida, ponte en contacto conmigo, te la haremos llegar». En medio del humo y la destrucción, sus palabras se han convertido en un recordatorio de que la solidaridad también es resistencia.








