La caza con perro de rastro es una modalidad que requiere una gran pasión y dedicación por parte de los cazadores, que cuidan y entrenan a sus canes como si fueran parte de su familia. Por eso, cuando uno de ellos muere, el dolor y la indignación son enormes.

Eso es lo que le ha ocurrido a una cuadrilla de cazadores de jabalíes en León, que el pasado sábado sufrió la pérdida de uno de sus canes, una hembra de raza azul de gascuña, que fue atacada por un lobo mientras seguía el rastro de un jabalí.

El hecho ocurrió en el municipio de Castrocontrigo, donde acudieron con sus perros de rastro Diego Cascallana, de 35 años y residente en Castrotierra de Valmadrigal, y su compañero Esteban Arias, de 62. Ambos son unos apasionados de esta modalidad y cuentan con nueve perros de rastro que habitualmente llevan a las batidas en las que participan los 12 cazadores que forman la cuadrilla.

Varios de los perros de Diego y Esteban durante una batida. © D. C.

Una de las perras no volvía a llamada de los cazadores

Según relata Diego, nada más soltar los perros vieron salir dos jabalíes del monte. A los 15 o 20 minutos empezaron a llamar a los canes, pero uno no volvía. Llevaba un collar GPS y advirtieron por ello que no se movía a unos 150 metros de su posición. Fue entonces cuando Diego y Esteban se dirigieron al lugar: «Nos encontramos con la perra muerta, con heridas en la parte de atrás del cuerpo y en el cuello. Nos llevamos un disgusto tremendo», cuenta el joven cazador a la redacción de Jara y Sedal.

Cascallana añade que sintió una gran impotencia y rabia al ver a su perra así y que dejaron de cazar en ese mismo instante por el disgusto.

Por si fuera poco, esa misma noche los lobos mataron una vaca y un ternero en esa misma localidad, según les dijo un ganadero. Diego cree que los lobos no tienen miedo al hombre ni a los perros y recelan de volver a la zona. «No escuchamos nada. Es como si hubieran sentido a los perros y de manera sigilosa hubieran ido a por ellos», relata.

La perra atacada por el lobo. © D. C.

No es el primer caso

Desgraciadamente, este no es el primer caso de un perro de caza muerto por un lobo en España. Jara y Sedal ha publicado ya varios sucesos similares en los últimos años. En algunos de ellos, los lobos se han llevado a los perros muy cerca de sus dueños y en otros, como en el caso sufrido por el grupo de cazadores en Castroviejo, lo han hecho de un modo tan sigiloso que no han advertido el ataque hasta que se han dado de bruces con los restos de sus canes devorados por el temido cánido.