El Parlamento Europeo fue escenario este martes 18 de noviembre de un encuentro clave sobre el futuro del uso en Europa de munición para la caza o el tiro deportivo fabricada con plomo. La jornada, celebrada dos días antes de su difusión pública, reunió a eurodiputados, expertos, fabricantes y representantes del tiro deportivo y la caza para valorar el alcance de la propuesta de la Comisión Europea, que pretende limitar estas sustancias por su supuesto impacto en la fauna, el medio ambiente y la salud.
La sesión estuvo organizada por el eurodiputado estonio Riho Terras (PPE), vicepresidente del Intergrupo ‘Biodiversity, Hunting, Countryside, quien defendió la necesidad de encontrar un equilibrio entre los objetivos ambientales y la realidad práctica de cazadores, tiradores y la industria de munición. El planteamiento, explicó, exige comprender tanto la dimensión ecológica como el funcionamiento del sector, que tiene un peso relevante en varios países europeos.
Desde la Comisión Europea, Valentina Bertato, de la Dirección General de Medio Ambiente, presentó los detalles del plan. Expuso que la iniciativa se basa en la opinión de la ECHA e incorpora periodos transitorios y exenciones para reducir su impacto en la práctica cinegética y el tiro deportivo. Subrayó que las capacidades de defensa no se verán afectadas, puesto que el uso de proyectiles en galerías de tiro queda completamente exento, si bien desde el sector de la caza y el tiro deportivo se conoce que sucederá todo lo contrario.

Argumentos científicos y presión internacional
El análisis técnico corrió a cargo de la investigadora Ruth Cromie, del Wildfowl & Wetlands Trust (WWT), que recordó los efectos del plomo en aves, otros animales y, en última instancia, en las personas. En sus palabras: «Esta restricción no es solo sobre la abrumadora evidencia de los daños causados por la munición de plomo, se trata de asegurar la sostenibilidad de la actividad y su imagen en una sociedad moderna». Añadió que numerosos países avanzan hacia municiones alternativas y que la Unión Europea «no debería quedarse atrás».
La propuesta llega en un contexto en el que varios Estados miembros han comenzado a limitar o eliminar progresivamente estas municiones por motivos sanitarios y ambientales, un proceso que también influye en la imagen pública de la actividad cinegética y del tiro deportivo.
Preocupación de la industria y del deporte federado
El presidente de la Asociación de Fabricantes Europeos de Munición Deportiva (AFEMS), Thierry Jacobs, expuso una postura muy distinta. Recordó la estrecha relación entre los sectores civil y militar, que comparten tecnologías, maquinaria y materias primas. «Cualquier restricción en el ámbito civil tiene consecuencias inmediatas en el militar, incluso con las derogaciones previstas», advirtió, insistiendo en que la perspectiva industrial «no ha sido tenida suficientemente en cuenta».

En el ámbito deportivo, el presidente de la Federación Internacional de Tiro Deportivo (ISSF), Luciano Rossi, pidió que cualquier futura regulación sea compatible con la actividad de clubes y deportistas. Defendió que «la comunidad europea del tiro está profundamente comprometida con la sostenibilidad», pero alertó de que unas normas poco realistas podrían dañar tanto la alta competición como miles de clubes locales.
El encuentro concluyó con preguntas sobre los efectos en la industria, la defensa, la actividad cinegética y la red de armerías. También hubo llamamientos a acelerar la tramitación ante los retrasos acumulados. FACE confirmó que seguirá participando en el proceso mientras el expediente continúa su recorrido en el Comité REACH.








