Manuel Gallardo Casado, actual presidente de la RFEC, dio a conocer hace unos meses el cómic, basado en su libro homónimo, ‘Martina y la aventura de la caza’. Se trataba de una apuesta innovadora en el que se pretendía acercar a los más jóvenes, y a un número mayor de personas a la caza.
En ella se narra el aprendizaje de Martina en las acciones venatorias y que tiene que poner en práctica con sus amigos y compañeros de clase. Es una obra llena de naturaleza, supervivencia y aventura… que ahora ha tenido un ejemplo en la vida real.
Martina, hija de Alberto Díaz de la Rosa, un cazador de 46 años de edad natural de la localidad de Mocejón pero que actualmente vive en Borox -ambos municipios en la provincia de Toledo-, tuvo la oportunidad hace unos días de vivir junto a su padre su primera jornada de espera de jabalí… ¡con arco! Alberto ha narrado a Jara y Sedal que su hija, de 14 años de edad, vivió con intensidad aquella noche, pero también con dificultades.
«La niña tiene 14 años y justo le habían puesto la vacuna del Covid ese mismo día. En mitad de la noche de espera, tenía malestar y se quería marchar. Yo noté que estaban por ahí los jabalíes, se lo dije y se vino arriba. En un momento dado, este ejemplar apareció… ¡y se le iluminaron los ojos!», explica su progenitor.
«¿No los sientes?”, le preguntaba el padre a la hija. Y ésta asentía: «De repente, el animal entró al comedero, Martina vio al guarro y disparé la flecha». Ésta cayó justo en el codillo sobre las 22:30 horas de la noche y Alberto consiguió abatir al ejemplar.
Ahora, y tras esta noche de espera, Martina ha decidido hacer el curso de arquera para poder acompañar en años venideros a su padre también de espera pero que sea ella la que pueda disparar.
Una reciente espera de jabalí como mandan los cánones de Alberto: un cochinazo, en abierto y con arco
Alberto dio caza hace unos días en un coto en abierto en la provincia de Ciudad Real a un gran jabalí con arco. Díaz narró a Jara y Sedal todos los detalles de un lance único que sucedió sobre las 21:30 horas de la tarde y a 25 metros de distancia. Así se hizo con él.
Otro enorme jabalí con arco abatido el pasado año por este cazador
El pasado año, Alberto también abatió con arco un jabalí con unas enormes navajas en un coto social en abierto en la Comunidad de Madrid. Así se hizo con él.