Editorial
En las últimas horas se ha vuelto viral un mensaje lanzado desde el entorno de la Federación Española de Galgos en el que se asegura que el programa de televisión Jara y Sedal no emitirá este año el Campeonato Nacional de Galgos. El texto insinúa que el motivo de no hacerlo son injerencias políticas surgidas desde Podemos, una formación que ha presentado importantes iniciativas contrarias a la caza a lo largo de los últimos años y que es apoyo fundamental para sostener el Gobierno de Pedro Sánchez. Desde Jara y Sedal debemos aclarar que esta afirmación es falsa y supone una falta de respeto tanto a la institución pública como al programa, que siempre ha gozado de independencia y libertad de prensa para crear sus contenidos.
Aunque debemos aclarar que la dirección del programa es diferente a la de esta web, ambas suscribimos este texto, porque compartimos los mismos principios y defendemos los mismos valores que nos han llevado a tomar esta decisión de no cubrir el Campeonato de Galgos. Entendemos que este evento es uno de los más importantes de nuestro mundo rural y que despierta el interés de cientos de miles de personas que disfrutan viendo esta caza tan natural como bella. Pero en esa batalla tan apasionante hay dos protagonistas: el galgo y la liebre. Y la liebre está atravesando el peor momento que se recuerda en nuestra historia reciente por culpa de la mixomatosis. Sus poblaciones han sufrido un importante descenso en la mayor parte de nuestra geografía y se desconoce el alcance que puede llegar a tener esta enfermedad, totalmente novedosa para las rabonas. Los datos son realmente preocupantes.
La Federación Española de Galgos podría haber seguido el buen ejemplo de la mayoría de sociedades de cazadores de toda España, que se han volcado con la especie organizando batidas para encontrar y tratar de curar liebres enfermas y, por supuesto, decidiendo no cazarlas hasta que se recuperen. O el de la Real Federación Española de Caza, que este año prohibió abatir liebres en sus campeonatos, un ejercicio de responsabilidad que muestra nuestro compromiso con las especies que cazamos. Es cierto que hay zonas a las que la mixomatosis no ha llegado y que cuentan con una población saneada de liebres, pero ese no es el caso del coto en el que se celebrará la final, donde la enfermedad ya ha hecho acto de presencia. Por tanto, entendemos que no hay motivo alguno para seguir adelante con este evento y no vamos a ser partícipes de él.
El Campeonato de Galgos es un acto de doble irresponsabilidad. En primer lugar por lo que ya hemos expuesto: la liebre nos necesita ahora y debemos seguir ayudándola. En segundo lugar porque ignora una realidad social y mediática de la que depende no ya la supervivencia de la liebre, sino de la caza misma. En pleno Siglo XXI la actividad cinegética es examinada con atención inquisitorial desde numerosos frentes, y celebrar un campeonato de caza de liebres en plena expansión de la mixomatosis es un acto obsceno que ni Jara y Sedal ni la mayor parte de los galgueros y cazadores de este país comparten. Por ese motivo no cubriremos el campeonato. No es una cuestión de política, es una cuestión de responsabilidad y de compromiso con los valores de la caza que nuestro medio representa.
