Un jabalí recorre a diario una de las zonas más transitadas de Béjar (Salamanca) sin que, por el momento, las autoridades hayan actuado para retirarlo. La imagen del animal paseando tranquilamente por los juzgados ha corrido como la pólvora por redes sociales y grupos de mensajería, generando alarma entre los vecinos, que temen un posible accidente o ataque. La situación, lejos de ser puntual, se repite desde hace varios días.

Según relata la usuaria de Facebook Miryam Macías Casado, autora de una de las publicaciones más compartidas, el jabalí fue grabado la semana pasada y fotografiado de nuevo el viernes pasado en la plaza de España, en pleno casco urbano. En la imagen se ve al animal cruzando por un paso de peatones frente a las oficinas de Unicaja y CaixaBank, a escasos metros de los juzgados. «Este jabalí está día sí y día también por los juzgados. Digo yo que algo tendrían que hacer. O es que tiene que pasar algo para que pongan remedio», lamenta la vecina, visiblemente preocupada por la pasividad institucional.

Una presencia cada vez más habitual

La situación no es nueva en Béjar. Ya en el mes de mayo varios vecinos alertaron de la presencia de una jabalina con rayones en el paraje de El Castañar, lo que llevó a la Policía Local a cerrar el acceso al monumento del Sagrado Corazón. Entonces se consideró un caso aislado, pero este nuevo episodio vuelve a poner sobre la mesa el problema del descontrol de fauna salvaje en zonas urbanas.

El vídeo, grabado recientemente en la urbanización de La Fabril, y la fotografía de la plaza de España han despertado una fuerte reacción en redes sociales, donde muchos usuarios piden la intervención urgente del Ayuntamiento o del Seprona para evitar consecuencias mayores. Algunos apuntan a la necesidad de implementar barreras o sistemas de control que impidan a estos animales acceder al centro urbano.

© LGS

Riesgo para peatones y conductores

Más allá de la anécdota viral, los vecinos temen por su seguridad. El jabalí, de tamaño considerable, se mueve con total libertad en una zona concurrida por peatones y vehículos. Cualquier reacción inesperada del animal podría terminar en una situación peligrosa, ya que los jabalíes pueden embestir si se sienten acorralados o amenazados.

Aunque no se ha producido ningún incidente por el momento, el clima de preocupación crece. Muchos vecinos se preguntan por qué no se ha actuado aún. Algunos temen que, como ocurre en otros municipios, no se haga nada hasta que el animal cause un daño personal o material. La sensación de abandono institucional, sumada al incremento de este tipo de avistamientos en toda la península, refuerza la idea de que el problema no es anecdótico, sino estructural.

Una cuestión que va más allá de Béjar

El caso de Béjar se suma a una larga lista de municipios donde la fauna salvaje, especialmente los jabalíes, ha traspasado la línea entre el monte y la ciudad. La falta de control, unida a la pérdida de hábitat, la ausencia de depredadores naturales y la búsqueda fácil de alimento en cubos de basura o jardines urbanos, ha propiciado que este tipo de encuentros sean cada vez más frecuentes.

Este fenómeno, que ya afecta incluso a grandes ciudades como Barcelona o Santander, pone en evidencia la necesidad de planes de gestión más eficaces por parte de las administraciones, así como campañas de concienciación ciudadana para saber cómo actuar en caso de encontrarse con uno de estos animales. Mientras tanto, en Béjar, el jabalí continúa campando a sus anchas entre bancos y juzgados, ante la mirada incrédula de vecinos y turistas.

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