Pedro Lizcano, un productor natural de Elche (Alicante) que comparte documentales de caza en su canal de YouTube LZB Hunters, ha tenido un genial gesto con el cazador desilusionado que pagó 1.000 euros por ir a una montería que finalmente fue un fracaso y que escribió una carta abierta el pasado martes en este medio.
Según ha expuesto a Jara y Sedal, Lizcano invitará al citado cazador a una montería que llevarán a cabo el próximo 28 de enero en el término municipal de Ruidera -en la provincia de Ciudad Real- organizada conjuntamente con LM Caza. El objetivo es, según señala Pedro a este medio, «hacer que la ilusión por la caza no decaiga en él, a pesar de que le ocurran estas cosas que desgraciadamente también pasan en el sector».
«A veces te sientes identificado por cartas de este tipo»
«A veces te sientes identificado por cartas de este tipo. Tras el comportamiento que tuvieron con él, la forma de justificarse no fue la adecuada. Las cosas pueden salir bien o mal, pero hay que intentar arreglarlas y no que se vaya con esa desilusión de la jornada», argumenta Lizcano. «El objetivo es que cambie la perspectiva. Nosotros, esta jornada, la hacemos por nuestros suscriptores y amigos, con la idea de pasar un día todos juntos, y él la disfrutará como invitado», señala sobre una cita en abierto que tiene un precio de 360 euros y que contará con 65 puestos.
En concreto, la finca se llama Cañada la Manga, y se cazarán jabalíes -el año pasado se abatieron 70-, además de ciervos y ciervas. Los venados que se suelen abatir allí suelen ser de buen porte: «En octubre salió un ciervo con trofeo medalla de plata», asegura el productor.
Lizcano posee el citado canal de YouTube y una productora propia con la que están realizando reportajes por toda España y también en el extranjero. Asimismo, han puesto en marcha una línea de ropa con su marca LZB.
La dura carta del cazador
El cazador, en la misiva publicada el pasado martes en este medio, narraba que había ahorrado durante meses para poder ir a una montería buena, pero cuando llegó allí la experiencia no fue la que él esperaba: «Te sientes frustrado. Aunque para esa persona sea la más barata, no a todo el mundo nos cae el dinero del cielo ni tenemos trabajos donde cobrar 4.000 o 5.000 euros», narraba.
Y añadía: «Por suerte o por desgracia, en la caza un día estás arriba y, al siguiente, en el suelo. Y entonces a lo mejor sí se aprecia a clientes como yo, que nos gusta disfrutar de ésta y no verla como un auténtico negocio que solo se está poniendo al alcance de muy pocos en Andalucía, y donde hechos así no hacen que se genere afición», concluía el cazador.