En la tranquila comarca de Requena, en la provincia de Valencia, un conflicto entre la fauna salvaje y las explotaciones domésticas ha desembocado en una investigación judicial. Un vecino de 73 años, jubilado y residente en la zona, ha sido sorprendido por la Guardia Civil mientras manipulaba lazos trampa presuntamente colocados para capturar al zorro que atacaba a sus gallinas. El caso ha levantado preocupación por el uso de métodos prohibidos que ponen en riesgo a animales domésticos y especies protegidas.

La investigación se inició tras la denuncia de un vecino que, mientras paseaba por el paraje de Hoya de la Alcuza, observó cómo su perra quedaba atrapada en un lazo metálico oculto entre la maleza. El incidente, que causó heridas al animal, fue puesto en conocimiento de la Guardia Civil, que activó una inspección en la zona.

Seis lazos y cebos con animales muertos

Durante la inspección, los agentes del SEPRONA localizaron hasta seis lazos trampa en distintos puntos del paraje. Algunos de ellos contenían gallinas y conejos muertos usados como cebo, una práctica claramente prohibida por su carácter no selectivo. La colocación de este tipo de trampas está penada por la ley precisamente por el peligro que representan para la fauna silvestre y los animales domésticos.

A raíz del hallazgo, se organizó un dispositivo de vigilancia discreta en la zona. Tras varios días de seguimiento, los agentes sorprendieron a un hombre manipulando uno de los lazos. Se trataba de un varón de nacionalidad española, que reconoció de inmediato ser el autor de la colocación de los dispositivos.

Un agente revisa uno de los lazos. © Guardia Civil

Lazos ilegales para que el zorro no se coma las gallinas

Según indicaron fuentes del instituto armado, el hombre justificó su actuación con una explicación sencilla pero preocupante: los lazos los había colocado para que los zorros no se comieran las gallinas. A su juicio, la presencia del raposo en los alrededores de su finca ponía en riesgo a sus animales, por lo que decidió tomar medidas por su cuenta.

Desde la Guardia Civil han recordado que estos métodos no sólo están prohibidos, sino que además «pueden afectar a especies protegidas por la normativa autonómica, estatal o comunitaria, constituyendo un riesgo grave para la biodiversidad, animales domésticos y personas». La peligrosidad de los lazos reside en que no discriminan entre especies, pudiendo atrapar a cualquier animal que se acerque al cebo.

A disposición judicial

El caso ha sido trasladado a la Fiscalía de Medio Ambiente y al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Requena. Las diligencias fueron instruidas por el SEPRONA de Utiel, cuyos agentes mantienen la vigilancia en la zona para asegurar que no se sigan utilizando estos métodos ilegales.

El uso de lazos, cepos u otros artilugios no selectivos está tipificado en el Código Penal español como delito contra la fauna, especialmente cuando se emplean en entornos naturales sin control técnico ni autorización.

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